Autor. Ivo Basterrechea Sosa.
También
el Fuerte de la Navidad, fue conocido por villa de la Navidad, porque a parte
de la atalaya, los 39 peninsulares construyeron la mayor
cantidad de casas que
pudieron, muchas de diferentes formas y tamaños, a las que llamaron bohíos y
que si nos fijamos bien, eran rectangulares (caneyes) sobre estructuras de durmientes y horcones, con caballetes
incluidos, y otras de forma circular con los techos cónicos, muy parecidas a
los “quimbos” africanos,
despejando cualquier duda, que fueran ideadas por nuestros nativos, porque los
peninsulares sí tenían las herramientas y los conocimientos suficientes para
crear aquel asentamiento rústico, pero con mayor creatividad que los bajareques a los que Colón, llamó
alfaneques cuando los observó en la etapa Natural de nuestros primitivos, antes
de mandar a crear el Fuerte.
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