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jueves, 16 de agosto de 2018

Ni cubana ni cubano en Cuba.


Autor. Ivo Basterrechea Sosa.
Cuando los conquistadores descubrieron al Nuevo Mundo el 12 de octubre de 1492, nos llamaron indios sin serlo y después de tantos nombres a nuestra isla, el de Cuba prevaleció por encima de los demás, pero los colonialistas persistieron en anteponer siempre al nombre de nuestra patria el de isla, prefiriendo así su carácter geográfico al político (1). Desde entonces se conoció durante siglos como la Isla de Cuba porque con el nombre solo de Cuba, se distinguía a la ciudad oriental de Santiago. Así podemos darnos cuenta desde la primera edición del Diccionario provincial casi-razonado de voces y frases cubanas de Esteban Pichardo hasta la última de 1875, que el autor en la palabra Cuba no hizo referencia a la patria porque según el barón Alexander von Humboldt al distinguir las divisiones de la Isla en eclesiásticas, político-militares y de rentas en 1827, precisa, el gobierno de Cuba comprendía a Santiago, Baracoa, Holguín y Bayamo (2). Si no se tiene este concepto claro cuando se leen algunos libros publicados por autores durante la primera mitad del siglo XIX, fundamentalmente, no comprenderán por qué al mencionarse la palabra Cuba se referían a lo relacionado con la provincia oriental. Lo único que no pudo lograr el español en la isla de Cuba fue un indio, un negro, un chino, un zambaigo (zambo, hijo de negro e india, o de indio y negra, o nacido de chino e india, o de indio y china; y por supuesto un español, sin embargo logró al mestizo nacido de padre y madre de raza diferente, en especial de hombre blanco e india, o de indio y mujer blanca. Al mulato, hijo de blanco y negra o viceversa y también de blanco y mulata y la descendencia que tenga algo de negro en su origen, o de chino. Al cuarterón, hijo de mulata y blanco o viceversa. Al ochavón, hijo de cuarterón y cuarterona, o de cuarterón y blanca; y viceversa del que pudo salir el jabado. También logró al criollo, no al principio porque en su orígenes esta palabra era más bien recogida como vocablo de negros, además de significar persona nacida en la tierra y que no venía de otra parte, en oposición al negro traído de África, apareciendo la palabra entre otros escritos en el poema Espejo de Paciencia, exactamente el 30 de julio de 1608, señalando a Salvador como negro criollo. Luego por el año 1627, en el vocabulario de las Noticias del Padre Pedro Simón, el adjetivo, también es recogido como vocablo de negros, pero con el pasar del tiempo la palabra se españolizó y según Pichardo, era por excelencia la persona blanca nacida en el país con relación a la europea y al hijo de ese criollo blanco, se le llamó criollo rellollo y es que desde mil setecientos sesenta y dos cuando la Toma de la Habana por los ingleses hasta la primera mitad del siglo diecinueve, aún no se había definido con todo el fervor patriótico el concepto de identidad, por eso cuando encontramos la palabra cubano en la primera edición de 1836, don Esteban Pichardo, se refiere a la persona o cosa natural o perteneciente a la ciudad de Cuba, (Santiago) y algunas veces también a toda la isla o cualquier parte de ella, y ya para las ediciones de 1849 y 1862, el autor hacía una ligera variación refiriéndose a la persona o cosa natural o perteneciente a la Isla de Cuba, si se trata, de comparaciones o relaciones ultramarinas, y la persona o cosa natural o perteneciente a la ciudad de Santiago de Cuba, si se trata de comparaciones o relaciones con los demás pueblos de la Isla. En medio del siglo XIX, primero con los desembarcos de Narciso López, creador de nuestro escudo y bandera que puso hondear por primera vez en la ciudad de Cárdenas y luego con el alzamiento de los mambises en 1868, con el grito de ¡Cuba libre! se fue definiendo poco a poco el concepto de cubano hasta el 12 de junio de 1901, donde en la Habana se firmó la Constitución, llamándose en el artículo dos, República a la Isla de Cuba y en el artículo cuatro, cubano al nacido o naturalizado. Y como en todas las cosas que se imponen por ley, todavía para 1921, Constantino Suárez (Españolito) daba el significado de cubano o cubana a las personas nacidas en Santiago de Cuba, hoy se dice generalmente y con muy buen acierto, santiaguero, ra (3), porque antes, según la primera edición de 1836, del Diccionario provincial casi razonado de voces cubanas, de Esteban Pichardo, santiaguero, ra era la persona o cosa natural ó perteneciente á la ciudad de Santiago en la parte occidental, pero en las ediciones de 1849 hasta 1875, definía a la persona o cosa natural o perteneciente a Santiago de las Vegas en el Departamento Occidental. Aprovechamos para explicar por qué a la contradanza criolla se le conociera como habanera en la península europea, igual que al tabaco o puro, habano y no contradanza cubana ni tabaco cubano, porque la Habana era más conocida en Europa, que el nombre de Isla de Cuba.

Bibliografía.
(1) Un catauro de cubanismos. Fernando Ortiz. Apuntes Lexicográficos. Extracto de la Revista Bimestre Cubana. Habana, Calle L, Esquina A 27a. 1923.
(2) Ensayo político sobre la isla de Cuba. Alexander von Humboldt París 1827. Pág. 92.
(3) Vocabulario Cubano. Constantino Suárez (Españolito). Habana 1921.

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