Vídeos Habana cimarrona

jueves, 20 de diciembre de 2018

La palabra yanquirule.


Autor. Ivo Basterrechea Sosa.
El Duque Hernández. (Foto Diario de las Américas).

Ya cualquier pelotero cubano tendrá la posibilidad de convertirse en el futuro inmediato, en un Yanquirule. Y nunca más tendrá que gritar por las calles de su pueblo Cuba sí, Yankees no, como muchos nos vimos obligados de diversas formas a hacerlo. Y podrá recorrerlas convertido en multimillonario haciendo la diferencia entre la gran mayoría empobrecida del proletariado que ni un pedazo de pan tiene para llevarse a la boca en estas navidades del 2018. Ojalá esa abismal diferencia entre ricos y pobres abra los ojos a aquellos que aún sueñan, con el apriétense el cinturón, que mañana será mejor. Estos hombres nuevos, los Yanquirules, tampoco arriesgarán sus vidas para salir como balseros, en un tráfico humano que a la larga traía nefastas consecuencias para los involucrados. Adiós a las matemáticas ni a querer ser doctor, ahora quiero que mi hijo estudie para pelotero, será el sueño de las madres cubanas, al igual que la de los Mesa y Gurriel, (sueños ya realizados) las del hoy y del mañana, ver a su hijo convertido en un Yanquirule, en un mulo del Manhattan, como lo fue una pléyade de cubanos, diecisiete en total, encabezada por ese grande, Duke Hernández y continuada por Albertin Aroldis Chapman.

Yanquirule*. Despectivo de yanqui, natural de los Estados Unidos. Procede del himno patriótico, popular entre los norteños cuando su guerra civil contra los Estados confederados del Sur, que se titula Yankee rule. Fernando Ortiz, según su Catauro de cubanismos. Año 1923.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

La palabra Pepito.



Autor. Ivo Basterrechea Sosa.

Pepe y Pepa, a parte de ser el diminutivo familiar de José y Josefa respectivamente, y más pequeño aun, Pepín, Pepillo o Pepilla, Pepito y Pepita, o a la inversa el aumentativo Pepón o Pepona y de forma cariñosa Pepote y Pepota, la verdad que yo desconocía que Pepe, en algún momento en Cuba significó el órgano sexual entre los niños, como lo asegurara Fernando Ortiz, en su Glosario de afronegrismos, sin especificar a qué parte del órgano se refería, sin embargo en las frases como, entré a Pepe”, “lo hice a Pepe” y después de acompañar a Pepe, los timbales,  a Pepe timbales” me imaginé que era a lo que le decimos güevos, berocos o testículos. Y afirmaba Ortiz, un eufemismo africano, lucumí. Kpekpé quiere decir “concha” (Bowen, ob, cit, p. 53). Con respecto a Pepa y Pepita, sabía que eran parte de ese eufemismo aplicado al sexo femenino con igual criterio metafórico que se dijo concha, porcelana, maco, etc. Después, pudo aplicarse indistintamente a ambos sexos. Ha debido de ser difundido en Cuba por las esclavas lucumíes crianderas y manejadoras de las blanquitas. Pepe, al igual que Pancho o gallego, le decimos en Cuba a cualquier español sin importar sea de Extremadura o la Conchinchina. Por eso me entero ahora de donde nos viene la picaresca de Pepito y sus cuentos.