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domingo, 14 de abril de 2019

El Rectorado y la escalinata de la Universidad de la Habana.


Marina van der Ree, saludos. No me había dado cuenta de esa observación sobre la heroicidad de Gerardo Machado, mi intención era, y sigue siendo, mostrar la verdad histórica, retorcida por la prensa castrista, pero viéndolo desde el punto de vista tuyo, lo declaro mi héroe mambí dentro de la historia cubana y subrayo, no fui yo quien le dio el grado de General en la manigua. Los marxistas, con toda la intención y mala leche, en sus escritos, suprimieron el adjetivo mambí (al igual que tú, sólo que eres anticomunista), dejándolo con el sustantivo de General, junto al de dictador para demonizarlo. ¡Claro que el garrote vil es horrendo, al igual la guillotina, la cala y otros suplicios! La inquisición católica fue perversa al quemar vivos en la hoguera, a los judíos y a todo aquel que rehusara convertirse a la Fe, quedó como uno de los actos más crueles y bárbaros de la humanidad. ¿Acaso los católicos dejaron de serlo ante tan tamaña crueldad? Hoy hay miles y miles de curas pedófilos amparados por el Vaticano, ¿los católicos han dejado de adorar al Papa Francisco? En la era moderna hay diferencias entre dictaduras, la del general mambí ejecutó in situ, a los ladrones de alto vuelo, a los matones que pululaban los campos y ciudades de Cuba, sin embargo a mi parecer, fue benévolo con aquellos de diferente ideología, a pesar de ser pandilleros, camorristas, terroristas, etc. Un ejemplo, “un mártir que quería ser mártir”, Rafael Trejo donde el portal oficialista cubano EcuRed, utiliza medio centenar de adjetivos para santificarlo, cito: “en un arranque corajudo se enredó cuerpo a cuerpo con un policía. Díaz Baldoquín acudió en su ayuda tratando de arrebatarle el arma al verdugo (ellos son los buenos). Sonó una descarga y Felo se derrumbó chorreando sangre sobre el pavimento regado de casquillos y manifiestos”. Por menos que eso, el que se atreva a hacerlo en la dictadura castrista, le dan paredón como a los miles que fusilaron en juicios sumarísimos y televisados a lo largo de estos sesenta años. No por delincuentes, el sistema en sí es una máquina choricera creándolos, sino por sus ideas contrarias al régimen. Grande la diferencia, ¿verdad? Y entrando en tema, hay un dicho que reza “nadie sabe para quien trabaja”, se ajusta mucho a la obra desarrollada por el gobierno del general mambí Gerardo Machado, al construir el Rectorado y la escalinata de la Universidad de La Habana. Ni por su mente pasó que ratas intelectuales, Mella, Roa, Marinello, Rodríguez, Guiteras, Baliño, Villena, etc, (arriba de la secuencia de fotografías) la bajarían para combatir su gobierno, y más tarde celebraran su caída, vandalizando las propiedades privadas, lo único, que de verdad sabían hacer. Y esa escalinata se convertiría en “símbolo de rebeldía” de grupos pandilleros. ¡Pa’ su madre!

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