Marina van der Ree, saludos. No me había
dado cuenta de esa observación sobre la heroicidad de Gerardo Machado, mi
intención era, y sigue siendo, mostrar la verdad histórica, retorcida por la prensa
castrista, pero viéndolo desde el punto de vista tuyo, lo declaro mi héroe
mambí dentro de la historia cubana y subrayo, no fui yo quien le dio el grado
de General en la manigua. Los marxistas, con toda la intención y mala leche, en
sus escritos, suprimieron el adjetivo mambí (al igual que tú, sólo que eres
anticomunista), dejándolo con el sustantivo de General, junto al de dictador
para demonizarlo. ¡Claro que el garrote vil es horrendo, al igual la
guillotina, la cala y otros suplicios! La inquisición
católica fue perversa al quemar vivos en la hoguera, a los judíos y
a todo aquel que rehusara convertirse a la Fe, quedó como uno de los actos más
crueles y bárbaros de la humanidad. ¿Acaso los católicos dejaron de serlo ante
tan tamaña crueldad? Hoy hay miles y miles de curas pedófilos amparados por el
Vaticano, ¿los católicos han dejado de adorar al Papa Francisco? En la era
moderna hay diferencias entre dictaduras, la del general mambí ejecutó in situ, a los
ladrones de alto vuelo, a los matones que pululaban los campos y ciudades de
Cuba, sin embargo a mi parecer, fue benévolo con aquellos de diferente
ideología, a pesar de ser pandilleros, camorristas, terroristas, etc. Un
ejemplo, “un mártir que quería ser mártir”, Rafael Trejo donde el portal
oficialista cubano EcuRed, utiliza medio centenar de adjetivos para santificarlo,
cito: “en un arranque corajudo se enredó cuerpo a cuerpo con un policía. Díaz
Baldoquín acudió en su ayuda tratando de arrebatarle el arma al verdugo (ellos
son los buenos). Sonó una descarga y Felo se derrumbó chorreando sangre sobre
el pavimento regado de casquillos y manifiestos”. Por menos que eso, el que se
atreva a hacerlo en la dictadura castrista, le dan paredón como a los miles que
fusilaron en juicios sumarísimos y televisados a lo largo de estos sesenta
años. No por delincuentes, el sistema en sí es una máquina choricera
creándolos, sino por sus ideas contrarias al régimen. Grande la diferencia,
¿verdad? Y entrando en tema, hay un dicho que reza “nadie sabe para quien
trabaja”, se ajusta mucho a la obra desarrollada por el gobierno del general
mambí Gerardo Machado, al construir el Rectorado y la escalinata de la Universidad
de La Habana. Ni por su mente pasó que ratas intelectuales, Mella, Roa,
Marinello, Rodríguez, Guiteras, Baliño, Villena, etc, (arriba de la secuencia de fotografías) la bajarían para combatir
su gobierno, y más tarde celebraran su caída, vandalizando las propiedades
privadas, lo único, que de verdad sabían hacer. Y esa escalinata se convertiría
en “símbolo de rebeldía” de grupos pandilleros. ¡Pa’ su madre!
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