Nuestra bandera lleva la esencia del
pueblo norteamericano. Nada que ver con las banderas comunistas de china ni la soviética, ni tampoco con la idiosincrasia e ideología de esos pueblos. Remontándonos al día de su
concepción, continúa Villaverde en su carta “En tal virtud, se decidió que las
fajas (Franjas) no fuesen rojas; tampoco que fuesen blancas en campo azul,
porque según observó López que, como militar tenía una gran experiencia, a
larga distancia desaparece el color blanco”. Se trazaron horizontalmente tres
franjas azules en campo blanco símbolo de la pureza de las intenciones de los
republicanos independientes, que representaban “los departamentos oriental,
otra del mismo ancho en el centro en representación del Camagüey y las Cinco
Villas o tierra adentro, y una tercera franja en el borde inferior
representando el departamento occidental”. “¿Qué hacer con el color rojo? Sólo
dos formas cabían para presentarlo convenientemente, a saber: el cuadrado y el
cuadrilongo, según se acostumbraba en los pabellones nacionales. López, que era
francmasón, optó por el triángulo equilátero, figura geométrica más fuerte y
significativa”. ¿No pedía la heráldica que se colocara en el centro el ojo de
la Providencia?*. Alguien de los
presentes, se cree que Hernández, sugirió la idea que López combatió con
razones de gran peso; recordó la estrella de la bandera primitiva de Texas, y
decidió que en el centro del triángulo sólo correspondía poner la estrella de Cuba levantándose sobre un campo
de sangre para presidir en la lucha y alumbrar el camino trabajoso y obscuro de
la libertad e independencia de la patria aherrojada”.
Y fue aquí en los Estados Unidos, donde nuestra bandera ondeó por primera vez el 11 de mayo de 1850**.
*Ojo de la Providencia: Un
símbolo interpretado como la vigilancia y providencia de Dios sobre la
humanidad.
**En lo alto de la oficina del periódico Sun, situada en la entonces
esquina, que forma la intersección de la calle Fulton con la de
Nassau, donde ahora se halla la oficina del Commercial
Advertiser.
Bibliografía: Iniciadores y primeros
mártires de la revolución cubana. Dr. Vidal Morales y Morales. Jefe de los
archivos de la Isla de Cuba, Habana, 1901. Pág. 260 y 261
Nuestra bandera: Carta de Cirilo
Villaverde dirigida al Director de “La Revolución de Cuba”. Nueva York, Febrero
12, 1873.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario