Autor. Ivo Basterrechea Sosa.
“Horrorosísimo”, este acto criminal
cometido el 13 de julio de 1994 que no tiene parangón en la historia cubana.
Todavía el pueblo recuerda con horror cada año el fusilamiento por parte del gobierno
colonial español de ocho estudiantes de medicina, sin embargo este mismo pueblo
“padece de amnesia” ante la masacre de 41 personas, entre ellos diez (10) niños,
uno de seis (6) meses de nacido, un bebé, y los otros nueve que ni llegaban a
los doce (12) años de edad. Recuerdo cuando el asesino Fidel Castro decía que dio
la orden porque los trabajadores del Puerto tenían el derecho a defender sus
medios de trabajo. No hay un medio de trabajo en el mundo que justifique dicha
matanza. Sesenta y dos cubanos intentaban huir hacia los Estados Unidos, producto del hambre, la miseria y
explotación de esa vil dictadura castrista, a bordo
del remolcador "13 de Marzo", interceptado por los remolcadores
Polargo 2, Polargo 3 y Polargo 5, todos respaldados por las lanchas militares
“guardacosteras”, que con golpes y cañones de chorros de agua, hundieron la
nave, quedando 31 sobrevivientes para testimoniar los hechos. Tuve la
oportunidad de conocer personalmente en mi iglesia, a uno de ellos y escuchar el desgarrador
testimonio de aquel hombre, al perder por ahogamiento a su esposa, sus hijos y
quedarse solo, sin nadie en esta vida. También recuerdo haber leído en Cuba, el
testimonio de uno de los trabajadores del Puerto, aludiendo que los hombres del
remolcador eran unos cobardes porque tomaban a los niños en brazos como escudos
humanos para impedir los potentes chorros de agua, cosa que demuestra lo
conscientes que estaban de la presencia de niños en esa embarcación. ¿Por qué la impunidad a estos
crímenes ?, ¿por qué defender esa dictadura?, ¿por qué seguir creyendo en
ellos?, ¿por qué no combatirlos hasta con los dientes?
Fuente: Testimonio de un sobreviviente.
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