A los malhechores en la Sierra Maestra
que seguían al pandillero Fidel Castro, el pueblo de Cuba los conocía por Mau
Mau, que para ese entonces era un grupo rebelde sublevado en Kenia, donde
secuestraron hoy en día a dos médicos cubanos. Ya hablamos sobre las
atrocidades y el terrorismo que sembró el Movimiento 26 de julio en las
ciudades cubanas. ¡Sólo en La Habana, cien bombas en una noche! ¿Por qué no
creer lo que tanto trabajo nos cuesta en aceptar? Una fuente me contó y pidió que
escribiera sobre la barbarie de los Mau Mau. Ya había leído que Crescencio
Pérez, quien salvó la vida de los sobrevivientes del Granma, se escondía en la
Sierra Maestra prófugo de la justicia, acusado de asesinato y hacía tiempo era
el dueño del monopolio de la producción y venta de marihuana (1). Cuando los
campesinos no querían colaborar con los Mau Mau, Fidel disponía de una compañía
que se vestía de casquitos (soldados batistianos) y atacaba a los guajiros,
raptándolos, violando a sus mujeres e hijas, decomisando sus animales
domésticos y apoderándose de cualquier medio de transporte, pero al oscurecer o
amanecer, aparecían “los rebeldes salvadores” y a fuego de salva “liberaban” a
los campesinos, de los “violadores y asesinos casquitos”. Así los Mau Mau
sembraron el terror y el odio hacia el ejercito de Batista, a lo largo de la
Sierra Maestra. Y a aquellos guajiros recalcitrantes que no querían cooperar,
simplemente los fusilaban, como fue el caso de Eutimio Guerra, muerto por el
Che Guevara. En la foto marcada con el No. 2, “La Prensa Asociada recogió, uno
de los crímenes más monstruosos del fidelismo triunfante. Setenta y un cubanos
anticomunistas, "juzgados" en secreto, sin abogados que los
defendieran y sin apenas conocer los cargos que se les formulaban como
pretexto, fueron llevados ante una enorme fosa abierta a toda prisa con
bulldozers cerca de la ciudad de Santiago de Cuba. Allí fueron cayendo uno tras
otro bajo el plomo que brotaba de la metralleta que esgrimía, lleno de odio y
sediento de sangre, el deshumanizado Raúl Castro. Sucedió exactamente el lunes
5 de enero de 1959. Pocas veces holló la tierra un monstruo mayor. Pero ¿fueron
realmente 71 las víctimas de aquella matanza? Un "capitán" rebelde
que presenció el horrendo crimen aseguró, tiempo después, que pasaron del
centenar, como exceden de varias centenas los campesinos asesinados que yacen
en ignoradas sepulturas en la Sierra Maestra, muda testigo de las fechorías del
"Movimiento 26 de Julio", disfraz bajo el cual se ocultaba el
comunismo brutal”. (2) ¿Por qué creer en lo que dicen ellos y no en lo que
dicen los demás?
(1) Una de las historias más ocultas de
la dictadura. Cubanet. Portal de la Internet.
(2) Paradojas de Fulgencio Batista.
Ediciones Botas-México. Pág. 39
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