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viernes, 27 de septiembre de 2019

¿Dónde están las organizaciones tradicionales del exilio cubano?


¿Quienes las conocen?, ¿se han vuelto fantasmas o clandestinas?, ¿quienes las presiden?, o como dice María Elvira Salazar, ¿están fatigadas?. Es inconcebible como en Cuba y fuera de Cuba se conozca más a la UMPACU, las Damas de Blanco, FANTU, sus líderes José Daniel Ferrer, Berta Soler y Guillermo “Coco” Fariñas, por sólo citar ejemplos, que cualquier organización tradicional del exilio, incluyendo la otrora famosa Fundación Nacional Cubana Americana. De existir, ¿qué hacen?, ¿a qué se dedican? Fue penoso cómo arrestaron a casi todos los miembros de la UMPACU, en los días de los girasoles. También fue penoso cómo eran criticados desde el exilio, pero más vergonzoso, y repudiable, fue ver el poder de convocatoria del grupo Gente de Zona reuniendo trescientos mil personas en el malecón habanero para mostrar al mundo “una Cuba divertida”, y la mayoría del “exilio” lamentándose o criticando y sólo un grupo de “atrevidos” reunidos en la ermita de la Caridad de Miami, quizás en plena reconciliación, porque más de eso, nada se sabe. Ya no son tiempos de guerra ni terrorismo, Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas con Cuba, hay “intercambio cultural”. Y me pregunto, ¿acaso Gente de Zona, apoyado por quienes lo apoyan, sea quien sea, (incluyendo su propio dinero) pueda tener más poder de convocatoria que las organizaciones del exilio? Si estas organizaciones de verdad existieran, ¿por qué cuando Gente de Zona, o cualquier otra concentración en Cuba, no convocan flotillas de botes (yates), cientos, miles, y tantas flotillas de avionetas cargadas con paquetes de comida y apoyadas con drones convencionales (los que venden en las tiendas), y dejarlos caer en cualquier punto del malecón?, ¿o convocar aquellos “balseros” que día a día salen a pescar para que recojan sus cuotas de comida?, ¿cómo lo verá el mundo? Ya para los cubanos no hay espacio aéreo, ni límites marítimos porque no estamos en guerra, y el agua y el aire es para cualquier cubano, viva donde viva, y al igual que el “intercambio cultural”, podemos alegrar a nuestras familias hambrientas llevando comida, girasoles, incluso hasta música y músicos que están prohibidos en Cuba, no hace falta desembarcar ni lanzar octavillas, y estoy seguro que no constituiría un delito, ¿por qué a Bahamas? Si Bahamas se recuperará dentro de un par de años y Cuba lleva 60 años destruida. No creo que la dictadura castrista se atreva a hundir algún bote o derribar otra avioneta, cuando este exilio tiene más poder de tecnología, teléfonos, redes sociales, cámaras, emisoras de Tv, radio, que la dictadura cubana. ¿Por qué no contrarrestar su “proselitismo” socialista, al llevar médicos a las Bahamas, o quitarle lo poco a nuestro pueblo para hacer “donaciones”, cuando todos sabemos que esa dictadura se mantiene de lo que mendiga por el mundo? Si esas organizaciones existen déjense de tantos foros y pongan los pies sobre la tierra, un sólo anciano octogenario lo demostró en Costa Rica, actualícense, porque los tiempos han cambiado y están desaprovechándolos.

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