Un abismo entre los represores y la dirigencia cubana.

Hay un gigantesco abismo entre ustedes defensores civiles, policías, militares de la dictadura castrista, dedicados a velar, delatar, reprimir y asesinar, a la disidencia con la única aspiración a un diploma, una medalla, un pan con jamón y un refresco de soda, y ellos, la dirigencia político administrativa del turismo, el comercio y demás entidades relacionadas con las divisas, los familiares de altos dirigentes, que llenan sus bolsillos de dólares, abren cuentas bancarias, compran en diplotiendas, viajan al extranjero, obtienen propiedades, andan en autos lujosos, beben champaña, poseen grandes casas, disfrutan en las discotecas, las playas, creando un abismo entre los hijos de ellos y los de ustedes. Y si un día ocurre un estallido social porque nada es eterno, los que responderán ante la nueva justicia serán ustedes, esa mayoría con las manos ensangrentadas que no contará con los medios para abandonar el país. Averigüen, ¿cuántos famosos, artistas, intelectuales y diplomáticos tienen casas en el exterior, y si ellos las tienen cómo no la van a tener los altos dirigentes, sus hijos y demás familiares? Ustedes, no tienen nada, deténganse a meditar, midan las consecuencias y dejen de cuidar los intereses de quienes los abandonarán a su suerte, en un momento dado.