Vídeos Habana cimarrona

jueves, 5 de septiembre de 2019

Un llamado a los repatriados.


Noel Tortoló creo que el olor del “Verde Olivo” te atrajo como una mosca. La historia de tu padre la conoce cada cubano de mi generación, muchos la habrán olvidado, yo no. Lo de Pedro Tortoló, tu padre no es el único caso donde esa dictadura castrista se ensañó con una familia después que no le sirvió a sus intereses, Ochoa, de la Guardia, etc, etc, etc. Creo, debes darle gracias a Dios que no te lo fusilaron ni siquiera lo metieron preso, quiso ir a Angola a reivindicarse, y ni eso logró, tampoco perdió su casa que le dio el MINFAR ni el (auto) Lada, con el que más o menos se gana la vida. Tú y tu hermano crecieron con el estigma del “bullying” (burla, acoso, intimidación) me imagino lo duro y difícil crecer y vivir así, pero a pesar de todo lo anterior, tuviste la oportunidad de abandonar el país (oportunidad que muchos no la tenían ni la tienen), y rehacer tu vida como lo hace el otro hermano tuyo aquí en USA. En tu caso específico los cantos de marranos (no sirenas), marranos, y el olor del “Verde Olivo” te marearon y atrajeron como mosca hacia la putrefacción, hacia el lodazal que ni olvida ni perdona, y te repatriaste, para volver codearte con los Víctor Mesa, David Calzado, etc, etc, etc, y sabe Dios con cuantos más, pero el tiro te salió por la culata. Esa dictadura ni perdona ni olvida, que lo sepan los repatriados. Ahora llamas injusticia porque te piden cuatro (4) años de cárcel y te crees inocente (seguro estoy que lo eres), pero todavía tú y tu padre viven en el limbo político, creo que con más inclinación hacia el “Verde Olivo”. Te recuerdo Noel, que miles de miles, perdieron casas más grandes y bonitas que la tuya, mejores carros que el tuyo, miles de niños como tú y tu hermano, no sólo crecieron en el “bullying”, crecieron bajo el terror sicológico de los mítines de repudio, que a muchos le fusilaron a sus padres, hermanos, hijos, que muchos no han cumplido cuatro (4) años de cárcel, sino condenas de 20, 30, y cadena perpetua. Y tú, Noel todavía te quejas, mientras abrazas a los tuyos. Conviértete en un Coco Fariña, deja de lloriquear y cágate aunque sea un día, en la madre del que desgració a tu familia, que bien sabes, fue Raúl Castro.

martes, 3 de septiembre de 2019

El matonesco Fidel Castro hace quedar mal a la ignorante Mariela Castro



Observen cómo el terrorista Fidel Castro, desmiente a la ignorante sobrina Mariela Castro.

Granada la gran farsa de la Revolución cubana.


La invasión norteamericana a Granada fue para el pandillero Fidel, el tiro salido por la culata. En Cuba por lo menos no había Internet y teníamos que soportar la avalancha de mentiras a que nos tenía acostumbrado. En nuestro país han existido “varios canales de comunicación” para informar al pueblo: los primeros, la prensa, radio y tv oficialistas cargados de mentiras y sensacionalismos patrioteros, y otros, dirigidos a la militancia juvenil y a la partidista, donde el terrorista de Fidel creía se guardaba el mejor “secreto de los héroes” de la patria y el Estado, y lo hacía, me imagino que todavía lo hacen, a través de los materiales de estudios (Un periódico más grande que el oficialista Granma) en los círculos de ambas militancias, donde tampoco filtraban toda la verdad, sino parte de ella, la que les convenía. La verdadera nada más, el grupo cercano que lo rodeaba. En ese tiempo, las noticias para todo el pueblo, era la “invasión mercenaria y asesina del imperialismo yanqui a la pequeña isla de Granada” (pobrecitos), y donde el Comandante en Jefe había impartido órdenes “contundentes y precisas” para que los constructores y combatientes tomaran las armas y protegieran el aeropuerto internacional Point Salinas, con sus vidas. Que nuestros “héroes internacionalistas”, ya habían obstaculizado la pista (por cierto casi más grande que la isla) y tenían órdenes de La Habana para que dispararan a los paracaidistas y no los dejaran aterrizar, y se recibían noticias que la “lucha era cruenta” y los “valerosos obreros” con las armas en las manos morían antes de caer prisionero y se reconcentraban en grupos y el último grupo prefirió inmolarse en la bandera cubana antes caer prisionero en manos de los invasores imperialistas. Y después el recibimiento al héroe coronel Pedro Tortoló, que según Fidel, “hijo de Mariana Grajales” hasta compararlo con el lugarteniente Antonio Maceo, pero unos día más tarde ya circulaba un vídeo, entre la militancia, donde el secretario del PCC en Granada, herido y en silla de ruedas, lo desmentía todo. Alguien pagaría la infamia. El general Raúl Castro, después de degradar al “Antonio Maceo” y para desviar la atención, acudieron a su diabólica maquinaria “goebbelsiana” y corrió la bola “Compre Popis (Tenis) Tortoló para correr veloz” y el populacho como siempre se iba con la de trapo estigmatizando a un hombre que con su servilismo prefirió que lo mandaran a Angola, en vez de disentir y contar la verdad, aunque lo fusilaran.

domingo, 1 de septiembre de 2019

La democracia de la ignorante Mariela Castro.


Vean como la ignorante Mariela Castro no tiene la menor idea quién le cambió el sentido a la palabra democracia y cómo su “democracia” ni se esconde para explotar a un pueblo hambriento durante 60 años.

La culpa la tiene la criminal Ley castrista 1076.


Como esas fotos de lo negro del capitalismo, recuerdo las bodegas y les estoy hablando que así mismo de surtidas las recibió esa porquería llamada Revolución y las mantuvo en los primeros años de la década de 1960. A parte de las pirámides de laterías, había que ver los cajones repletos de víveres, la habilidad de los bodegueros sacando cuentas y el lápiz en la oreja, también en las envolturas de los cartuchos de papel de estraza. En los días de Noche buena y Navidad, las cajas de turrones de todos los tipos, las botellas de cidra, los vinos, las avellanas, nueces, uvas, las jaleas, etc. Ibas a las tiendas de ropa y las cajas con las bolas y sus cúpulas de cristal de los arbolitos. Qué decir del olor de las boticas, todo en perfecto orden, y el olor que despedían las panaderías si pasabas de madrugada frente a una de ellas. Y llegó el desgraciado comandante, con su criminal Ley 1076 y condenó a un pueblo a la miseria, al hambre, a la falta de ropa, a las libretas de abastecimiento, a ver los locales de las bodegas vacíos, asquerosos, los mostradores mugrosos, los refrescos y helados de las famosas cremerías llenos de moscas, y los fregaderos atestados de vasos de vidrios sin fregar por falta de detergente y cómo los enjuagaban delante de ti, sin ni siquiera cambiar el agua apestosa y que no se te ocurriera pedir un vaso con el preciado líquido, aquellas croquetas o fritas sin pan, al plato de aluminio. Y todavía piden más tiempo para construir el socialismo y mientras, engañando al pueblo con la ley Helms Burton, que en ese tiempo ni existía. No puede ser. ¡Santo cielo!