Noel Tortoló creo que el olor del “Verde
Olivo” te atrajo como una mosca. La historia de tu padre la conoce cada cubano
de mi generación, muchos la habrán olvidado, yo no. Lo de Pedro Tortoló, tu
padre no es el único caso donde esa dictadura castrista se ensañó con una
familia después que no le sirvió a sus intereses, Ochoa, de la Guardia, etc,
etc, etc. Creo, debes darle gracias a Dios que no te lo fusilaron ni siquiera
lo metieron preso, quiso ir a Angola a reivindicarse, y ni eso logró, tampoco
perdió su casa que le dio el MINFAR ni el (auto) Lada, con el que más o menos
se gana la vida. Tú y tu hermano crecieron con el estigma del “bullying” (burla,
acoso, intimidación) me imagino lo duro y difícil crecer y vivir así, pero a pesar
de todo lo anterior, tuviste la oportunidad de abandonar el país (oportunidad que
muchos no la tenían ni la tienen), y rehacer tu vida como lo hace el otro
hermano tuyo aquí en USA. En tu caso específico los cantos de marranos (no
sirenas), marranos, y el olor del “Verde Olivo” te marearon y atrajeron como
mosca hacia la putrefacción, hacia el lodazal que ni olvida ni perdona, y te
repatriaste, para volver codearte con los Víctor Mesa, David Calzado, etc, etc,
etc, y sabe Dios con cuantos más, pero el tiro te salió por la culata. Esa
dictadura ni perdona ni olvida, que lo sepan los repatriados. Ahora llamas
injusticia porque te piden cuatro (4) años de cárcel y te crees inocente
(seguro estoy que lo eres), pero todavía tú y tu padre viven en el limbo
político, creo que con más inclinación hacia el “Verde Olivo”. Te recuerdo Noel,
que miles de miles, perdieron casas más grandes y bonitas que la tuya, mejores
carros que el tuyo, miles de niños como tú y tu hermano, no sólo crecieron en
el “bullying”, crecieron bajo el terror sicológico de los mítines de repudio, que
a muchos le fusilaron a sus padres, hermanos, hijos, que muchos no han cumplido
cuatro (4) años de cárcel, sino condenas de 20, 30, y cadena perpetua. Y tú,
Noel todavía te quejas, mientras abrazas a los tuyos. Conviértete en un Coco
Fariña, deja de lloriquear y cágate aunque sea un día, en la madre del que
desgració a tu familia, que bien sabes, fue Raúl Castro.
Vídeos Habana cimarrona
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jueves, 5 de septiembre de 2019
martes, 3 de septiembre de 2019
El matonesco Fidel Castro hace quedar mal a la ignorante Mariela Castro
Observen cómo el terrorista Fidel Castro,
desmiente a la ignorante sobrina Mariela Castro.
Granada la gran farsa de la Revolución cubana.
La invasión norteamericana a Granada fue
para el pandillero Fidel, el tiro salido por la culata. En Cuba por lo menos no
había Internet y teníamos que soportar la avalancha de mentiras a que nos tenía
acostumbrado. En nuestro país han existido “varios canales de comunicación” para
informar al pueblo: los primeros, la prensa, radio y tv oficialistas cargados de
mentiras y sensacionalismos patrioteros, y otros, dirigidos a la militancia
juvenil y a la partidista, donde el terrorista de Fidel creía se guardaba el mejor “secreto de
los héroes” de la patria y el Estado, y lo hacía, me imagino que todavía lo
hacen, a través de los materiales de estudios (Un periódico más grande que el
oficialista Granma) en los círculos de ambas militancias, donde tampoco filtraban
toda la verdad, sino parte de ella, la que les convenía. La verdadera nada más,
el grupo cercano que lo rodeaba. En ese tiempo, las noticias para todo el
pueblo, era la “invasión mercenaria y asesina del imperialismo yanqui a la
pequeña isla de Granada” (pobrecitos), y donde el Comandante en Jefe había
impartido órdenes “contundentes y precisas” para que los constructores y
combatientes tomaran las armas y protegieran el aeropuerto internacional Point
Salinas, con sus vidas. Que nuestros “héroes internacionalistas”, ya habían
obstaculizado la pista (por cierto casi más grande que la isla) y tenían
órdenes de La Habana para que dispararan a los paracaidistas y no los dejaran
aterrizar, y se recibían noticias que la “lucha era cruenta” y los “valerosos
obreros” con las armas en las manos morían antes de caer prisionero y se reconcentraban
en grupos y el último grupo prefirió inmolarse en la bandera cubana antes caer
prisionero en manos de los invasores imperialistas. Y después el recibimiento
al héroe coronel Pedro Tortoló, que según Fidel, “hijo de Mariana Grajales”
hasta compararlo con el lugarteniente Antonio Maceo, pero unos día más tarde ya
circulaba un vídeo, entre la militancia, donde el secretario del PCC en Granada,
herido y en silla de ruedas, lo desmentía todo. Alguien pagaría la infamia. El general
Raúl Castro, después de degradar al “Antonio Maceo” y para desviar la atención,
acudieron a su diabólica maquinaria “goebbelsiana” y corrió la bola “Compre
Popis (Tenis) Tortoló para correr veloz” y el populacho como siempre se iba con
la de trapo estigmatizando a un hombre que con su servilismo prefirió que lo
mandaran a Angola, en vez de disentir y contar la verdad, aunque lo fusilaran.
domingo, 1 de septiembre de 2019
La democracia de la ignorante Mariela Castro.
Vean como la ignorante Mariela Castro no
tiene la menor idea quién le cambió el sentido a la palabra democracia y
cómo su “democracia” ni se esconde para explotar a un pueblo hambriento durante 60
años.
La culpa la tiene la criminal Ley castrista 1076.
Como esas fotos de lo negro del
capitalismo, recuerdo las bodegas y les estoy hablando que así mismo de
surtidas las recibió esa porquería llamada Revolución y las mantuvo en los
primeros años de la década de 1960. A parte de las pirámides de laterías, había
que ver los cajones repletos de víveres, la habilidad de los bodegueros sacando
cuentas y el lápiz en la oreja, también en las envolturas de los cartuchos de
papel de estraza. En los días de Noche buena y Navidad, las cajas de turrones
de todos los tipos, las botellas de cidra, los vinos, las avellanas, nueces,
uvas, las jaleas, etc. Ibas a las tiendas de ropa y las cajas con las bolas y
sus cúpulas de cristal de los arbolitos. Qué decir del olor de las boticas,
todo en perfecto orden, y el olor que despedían las panaderías si pasabas de
madrugada frente a una de ellas. Y llegó el desgraciado comandante, con su
criminal Ley 1076 y condenó a un pueblo a la miseria, al hambre, a la falta de
ropa, a las libretas de abastecimiento, a ver los locales de las bodegas
vacíos, asquerosos, los mostradores mugrosos, los refrescos y helados de las
famosas cremerías llenos de moscas, y los fregaderos atestados de vasos de
vidrios sin fregar por falta de detergente y cómo los enjuagaban delante de ti,
sin ni siquiera cambiar el agua apestosa y que no se te ocurriera pedir un vaso
con el preciado líquido, aquellas croquetas o fritas sin pan, al plato de
aluminio. Y todavía piden más tiempo para construir el socialismo y mientras,
engañando al pueblo con la ley Helms Burton, que en ese tiempo ni existía. No
puede ser. ¡Santo cielo!