¿Cuántos de esos universitarios que
celebraban la muerte de Fidel Castro, conocen que esa escalinata junto al
edificio del “Rectorado” fueron obras construidas en 1928 durante el gobierno del
general mambí Gerardo Machado? Sin temor a equivocarme, muy pocos. Así actúan
los comunistas, convocando jóvenes a lugares públicos que ellos ni son ni
fueron capaces de construir. Lo mismo hicieron con la Plaza Cívica José Martí,
construida durante el gobierno de Batista, pero fueron tantas las convocatorias
que todavía hay generaciones que creen que esa mal llamada Plaza de la
Revolución, es gracias a la obra comunista. Esto demuestra una vez más que los
logros del socialismo son la destrucción, y la distribución de la pobreza y la
miseria.
Pedro
Lauren Galván, estoy de acuerdo contigo que el mundo si sabe que la escalinata
la construyó el general mambí Gerardo Machado, porque ese mundo tiene internet.
Mi comentario va dirigido a los que no tienen la facilidad para la recarga ni
comprar cosas de “marcas” como las tienes tú, para aquella mayoría que la
dictadura no se lo enseña en las escuelas ni tampoco en las universidades y que
aún al cabo de sesenta años le hace ver como si esas obras las hubieran
construido ellos. Tampoco quiero que derrumben la escalinata y demás obras del
mambí. Mi crítica va dirigida hacia la desvergüenza de esa dictadura que lo
único que sabe es demonizar a los que verdaderamente construyeron esa Habana y ese
país, porque esos que tú defiendes no han sido capaces en seis décadas de
fabricar un pan que valga la pena. Y sí, difiero de ti en cuanto a la
devolución al pueblo de lo que le pertenece, para tu conocimiento esa Plaza
Cívica desde su proyecto y construcción por el gobierno del presidente Batista en
1953 fue concebida para el pueblo, en los mismos momentos en que el terrorista
Fidel Castro comenzaba a destruir el país con el ataque al cuartel Moncada. Vídeos Habana cimarrona
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jueves, 28 de noviembre de 2019
lunes, 25 de noviembre de 2019
Raúl Castro insulta la inteligencia del pueblo cubano.
Si no fuera por la gravedad del asunto,
lo vería como una broma. No sé si el cínico Raúl Castro al decirlo estaba
borracho, drogado, o la senilidad le está dañando el buen juicio, la prudencia
y la sensatez. Normal no es, algo desborda lo común. Ojalá que no fuera uno de
sus vicios acostumbrado para tamaña estupidez, y sí el “Ojalá” del poeta lame botas
que le “besa sus pasos”. “Ojalá pase algo que le borre de pronto, para no verlo
tanto para no verlo siempre. Ojalá que el deseo se vaya tras de él y a su viejo
gobierno de difuntos y flores”, ese mismo gobierno que lleva 60 años, no sólo
destruyendo una de las ciudades más hermosas de América, sino todo un país.