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jueves, 16 de enero de 2020

¿A cuál santoral pertenece José Martí? II

Por. Ivo Basterrechea Sosa.


“Si el Martí del Parque Central de pronto empezara a agitar los brazos y a predicar otra revolución, pondrían el mármol con toda su pureza frente al paredón de fusilamiento” (1). Y es en esa inmaculada imagen, bajo ese manto sagrado de pureza y santificación, que 135 jóvenes se inmolaron al atacar la segunda fortaleza militar del país, arrastrados “por la gracia divina” del psicópata Fidel Castro. No es que Martí fuera el culpable de su derrota, es que Martí no era ni es un santo. Inmortal es su obra, honradez y patriotismo, su pensamiento político y visionario, tergiversados por algunos, manipulados por otros, y en mayor desgracia varios “autotitulados” martianos que apenas conocen su obra, dedicados sólo a “sacar” ideas de un contexto, desconociendo que muchas de ellas son más bíblicas que martianas, “porque lo dice Martí, está exento de toda crítica, y no debe discutirse con los mismos métodos que empleamos con cualquier otro "mortal" ¿En qué criterio científico se funda ese absurdo privilegio (2). En “Martí hay una tragedia real, espantosa, atroz, que tiene consecuencias políticas no menos atroces” (3). Tal parece que con la misma manguera que lavan el mármol de Martí, los comunistas lavaron el cerebro a uno de los más grandes de ellos en la historia cubana, Juan Marinello, después de publicar su artículo “Martí y Lenin” donde (él quiso ser, según confesión propia, “abogado de humildes” y “echar su suerte con los pobres de la tierra”. Sus caminos le fueron traidores. Fue sin saberlo y sin quererlo, abogado de los poderosos. Hasta en lo concreto de su obra vemos al negociante yanqui encendiendo su fuego evangélico para ganar, por su obra, en la República futura, un buen mercado a sus productos, para caer sobre la presa isleña con la capacidad técnica y financiera de su pueblo invasor” (4). Y Marinello no dejaba tener razón, porque Martí no era comunista [1], ha sido precisamente a ellos, a los que les conviene la “santificación” y “veneración” de esa imagen pulcra de su estatua porque mucho han tenido que esconder. Martí bajo el seudónimo de Orestes, en México, criticó las huelgas y medio defendió a otras por puros intereses personales, y es que “luego de desembarcar, había declarado en el (Manifest of Passengers) que era ciudadano de los Estados Unidos de América (5). Continuará...

Bibliografía.
[1] Del Martí no comunista trataremos en nuestro próximo escrito.
(1) https://diariodecuba.com/cuba/1422402521_12562.html Entrevista realizada por el escritor Gerardo Fernández Fe. Miami, 28 de enero del 2015, a Francisco Morán, Martí, la justicia infinita. Notas sobre ética y otredad en la escritura martiana (1875-1894) (Verbum, Madrid, 2014).
(2) El pensamiento filosófico de José Martí. Ángel César Pinto Albiol. La Habana 1946. Pág. 55
(3) https://diariodecuba.com/cuba/1422402521_12562.html Entrevista realizada por el escritor Gerardo Fernández Fe. Miami, 28 de enero del 2015, a Francisco Morán, Martí, la justicia infinita. Notas sobre ética y otredad en la escritura martiana (1875-1894) (Verbum, Madrid, 2014).
(4) "Martí y Lenin," de Juan Marinello Jorge Camacho. http://www.habanaelegante.com/Archivo_Marti/Marti_CamachoMarinello.html
(5) https://diariodecuba.com/cuba/1422402521_12562.html Entrevista realizada por el escritor Gerardo Fernández Fe. Miami, 28 de enero del 2015, a Francisco Morán, Martí, la justicia infinita. Notas sobre ética y otredad en la escritura martiana (1875-1894) (Verbum, Madrid, 2014).

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