Discrepo de quienes piden a gritos no censurar la película de la “Red avispa”. Los cubanos no vivimos en democracia, los que están adentro viven en dictadura, y por culpa de esa misma dictadura la mayoría de los que estamos afuera (opositores, disidentes, oportunistas, aprovechados, simpatizantes, “neutrales”, "malnacidos", etc, vivimos en distintas democracias ajenas, que la hagamos nuestra es otra cosa, pero no deja de ser ajena, o mejor dicho no es genuinamente cubana. Los que estamos en contra de la dictadura, solo tenemos como armas las ideas, y como escudo la información. Contra la dictadura, todo, censurar ese engendro, ese bodrio ideológico Wasp Netwok es quitar un arma al enemigo, como tan seguro estoy que tendremos bajas cuando la dictadura censure la película Plantados de Lilo Vilaplana. ¿Olvidan que esa dictadura asesina lleva más de sesenta años mintiendo, adoctrinando, censurando desde el primer punto y coma de una obra literaria hasta un manchón en un papel? ¿Ya olvidamos a Guillermo Cabrera Infante, a Virgilio Piñera, a Heberto Padilla, a Reinaldo Arenas y cientos y cientos de artistas e intelectuales, incluyendo a los reguetoneros? Aducen, que así sería en la democracia futura, primero eliminemos la dictadura y luego veremos. También, que atacamos el intercambio cultural, en uno de mis escritos lo comparé a “un caballo de Troya”. Un día alguien me preguntó porqué si antes del 59, el desarrollo económico era tan grande, el pueblo se lo dejó arrebatar. En aquel momento la respuesta sería tan larga que lo dejé pasar, y miren hoy, que tan breve sería: Por lo mismo que las democracias se tambalean ahora, cuando permitieron jugar con el avispero. No, a los panales. No, a las avispas. No se dejen enredar.
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