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viernes, 10 de abril de 2020

El Tratado de Tordesillas y la Doctrina Monroe. (Parte I)

Antes del descubrimiento del Nuevo Mundo, Portugal dominaba casi totalmente la ruta a través del litoral occidental africano hasta la punta sur, el cabo de Buena Esperanza, hoy parte de Sudáfrica. En 1492, España al desterrar al ultimo rey árabe, después de casi ocho siglos de dominio, nunca reconoció que Arabia fuera su "Madre Patria", todo lo contrario, el odio hacia “los moros”, creció hasta nuestros días. Es cierto que los territorios españoles tenían su propia lengua, y Castilla impuso la suya, porque en el mismo momento en que Cristóbal Colón venía a descubrir el Nuevo Mundo, Antonio de Nebrija entregaba a la reina Isabel I, el primer legajo de la gramática castellana (1). Colón después del descubrimiento, por circunstancias del destino, una tormenta lo obligó llegar primero a Portugal, donde el rey Juan II, se entera del hallazgo, y se formó el titingó* entre España y Portugal. ¡España puso el grito en el cielo! Ambos acudieron a la mediación del papado en Roma, y el Papa Alejandro VI, (Rodrigo Borgia) emitió cuatro bulas**, conocidas por las “bulas alejandrinas”, especificando en ellas que a partir de un meridiano a cien leguas al oeste de las islas Azores y Cabo Verde le prohibía a Portugal pasar ese límite, o “muro imaginario”, pero por cálculos erróneos, muy acertados para la época, la punta o extremo de América del Sur quedó fuera del meridiano. Ese es el motivo del porqué los portugueses descubrieron a Brasil. El Tratado de Tordesillas fue el “muro imaginario” para que España protegiera sus territorios de ultramar. Imaginemos la Doctrina Monroe, como “otro meridiano o muro”, que clamaba, “América para los americanos”, España enloqueció y volvió a patalear, al sentir el jugo del mismo caldo que la ardía en su caldero, mientras empobrecida se involucraba en las guerras europeas, y sus colonias se independizaban. España apeló a la “Madre Patria” a través de la lengua castellana que superaba a la anglosajona en toda América, arremetió contra el sentimiento estadounidense disminuyéndolo a tal grado en un arquetipo de odio que aún perdura. Todo, al lograr sacar del contexto histórico la Doctrina Monroe, una doctrina reconocida hasta por Simón Bolívar (2).

* Titingó: Equivale a escándalo, alboroto. Suárez Constantino (españolito). Vocabulario cubano. Habana. Madrid. 1921.
** Bula: Documento pontificio relativo a materia de fe o de interés general.
Bibliografía y referencias.
(1) Ricardo Soca. Texto completo de la Gramática en versión digital. Asociación Cultural Antonio de Nebrija.
(2) John Crow, autor de The Epic of Latin America.
- Wikipedia.

lunes, 6 de abril de 2020

Nos convirtieron en aves de corral, según Fernando Ortiz.

Ariel Ruiz Urquiola, claro que el daño antropológico viene de antaño, es enorme. Un ejemplo de ello, es don Fernando Ortiz considerado después de Colón y Humboldt, el tercer descubridor de Cuba, criminólogo, etnólogo, lingüista, musicólogo, folklorista, economista, historiador y geógrafo, definición indiscutible y muy justa, pero en lo político, ambivalente y taimado (disimulado, escojo esta acepción). Me molesta, como los comunistas moldean su biografía, igual a la de Máximo Gómez, (¿no se dan cuenta?), aquí les expongo varios ejemplos. Fernando Ortiz comparó a Machado con un dios de la religión Yoruba y luego, cuando el general mambí, cayó en desgracia, lo comparó con un demonio de la misma religión, fueron los comunistas (vaya usted a saber si lo sacaron de contexto o lo inventaron, que desde su despacho, Villena le dijo a Machado “Asno con garras”, le estrechan sus relaciones a Guillén (descendiente negro) y a Wilfredo Lam (descendiente chino), comunistas, todo eso muy bien, pero como todo lo sacan de contexto, voy a hacer lo mismo, para que vean como suena, como cae. La raza amarilla (los chinos) trajo la embriaguez por el opio, sus vicios homosexuales (sodomía) y otras refinadas corrupciones de su secular civilización”, entre los vicios era el juego o rifa chiffá, llamado vulgarmente charada el sorteo de la chiffada (1). ¿Fue sólo eso lo que aportaron los chinos? ¿Le gustaría leer esto a la comunidad chino cubana?). La prensa oficialista le reconoce haber sido Representante a la Cámara por espacio de una década, a partir de 1917, pero ocultan su partido Liberal, ¿por qué?, me imagino (como toda manipulación de siempre), para no vincularlo a quien organizó a los Liberales, Gerardo Machado, siendo Secretario de Gobernación durante el gobierno de José Miguel Gómez, y también evitar mezclar su inmaculado nombre al presidente Alfredo Zayas y al coronel Dr. Carlos Mendieta, ni manchar su imagen con “la muerte de 47 personas en toda Cuba entre la guerra de Liberales y Conservadores, el primero de noviembre de 1916” (2). Siendo Representante Liberal por la provincia de La Habana, el 11 de julio de 1918 discursea sobre el Servicio Militar Obligatorio en Cuba (era el tema a tratar). Fernando Ortiz, en franca oposición desvaloriza “al monarca prusiano (Federico el Grande), que implantara en su tierra el Servicio Militar Obligatorio” y se burlaba del colega que lo proponía. Alabó al servicio suizo… “Venga, y venga en buena hora, cuando el momento sea oportuno, el servicio suizo, porque allí jamás el uniforme del soldado ha cohartado la libertad de movimientos del ciudadano; y no el servicio permanente alemán, que quereis ahora impremeditada y precipitadamente traernos, porque entonces, si se lograra imponerse, por más que, repito, no se impondrá jamás, aquí como en Germanía el uniforme del soldado ahogaría la libertad del ciudadano, y pretenderíamos llegar a lo que se llega en Prusia, donde no hay un ejército de ciudadanos libres en sus opiniones y sus actividades cívicas, sino un ejército de autómatas sin sesos y sin corazón, hasta llegar a esos ridículos y arlequinescos pasos de la “marcha de parada*” tan propios del ejercito alemán (Y de la Revolución cubana agrego yo), a los cuales la misma democracia germánica llama con gran elocuencia “el paso de los gansos. No queremos que nuestros ciudadanos abdiquen de su dignidad republicana para bajar al nivel de las aves de corral” (3). (Aplausos) Págs. 6 y 7. Fernando Ortiz falleció en La Habana, el 10 de abril de 1969, vivió el pleno desarrollo del SMO revolucionario, y la UMAP, tiempo tuvo, 10 años para (gritarle o escribirle) a la Revolución cubana y a su tristemente célebre Fidel Castro, evitar “un ejército de autómatas sin sesos y sin corazón” y “convertir en aves de corral al pueblo cubano”. Lamentablemente no se atrevió.

*Marcha de parada: Desfile militar.

Bibliografía.
1.- Ortiz Fernando. Hampa afro-cubana, Los negros brujos (apuntes para un estudio de etnología criminal). Madrid 1906. Pág, 15.
3.- Discurso de Fernando Ortiz, sobre el proyecto de Ley acerca del Servicio Militar Obligatorio. Tercera edición. Habana. 1918

domingo, 5 de abril de 2020

Pequeñeces que trascienden.

Los invito a reflexionar. Aquellas pequeñeces aparentemente sin ningún valor histórico, el conocerlas nos dan los medios necesarios para ampliar el conocimiento, ejercitar el talento, el ingenio y la memoria. Nos desarrolla la cualidad de ser suspicaces y nos alerta ante una sospecha o desconfianza. Comparto el ejemplo gráfico. Si usted conoce de antemano el Diario de Navegación de Cristóbal Colón y sabe que, en su primer viaje en el descubrimiento del Nuevo Mundo, el 12 de octubre de 1492, no viajó ningún fraile ni cura ni sacerdote, entonces usted no perderá su tiempo leyendo los escritos, artículos, ensayos, ponencias académicas, incluso de la Real Academia de la Historia, ilustrados por esa lámina porque de un solo vistazo sabrá que el contenido en la mayoría de los casos no le va aportar nada nuevo. Lo mismo le pasará cuando los escritos comiencen hablando de las tres carabelas de Colón, si usted domina que la Santa María, no era una carabela sino una “nao”, entonces leerá el escrito con cierta suspicacia. Hagan la prueba y después de conocer más o menos los primeros veintinueve años de la vida de Máximo Gómez, en su país natal, lean los cientos de biografías que existen en la internet y verán dos cosas que le causarán gracia, cómo los biógrafos “saltan” desde su lucha contra los haitianos, y luego en un pequeño giro escriben lo siguiente “y después de haber participado en la Restauración revolucionaria”, regresa con su familia y se incorpora a la lucha por la Independencia de Cuba”. Máximo Gómez no participó en la Restauración revolucionaria, él la combatió. Peor aún, los escritos oficialistas, y cito un ejemplo: “Nuestras Fuerzas Armadas formadas en la Academia que lleva el nombre del inmortal, internacionalista y estratega, el generalísimo Máximo Gómez..." Todo una manipulación y adoctrinamiento que mete miedo. Nada de internacionalismo, él y el resto de los militares dominicanos y españoles, sencillamente llegaron derrotados a Cuba. En próximos escritos les mostraré quien ayudó a formar la estrategia militar de Máximo Gómez Báez.
Bibliografía.
 Bachiller y Morales, Antonio. Cuba Primitiva. Edición. Habana.1883