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sábado, 23 de mayo de 2020

Félix Varela regresa a La Habana después de 198 años

El sacerdote al bajar las escalerillas del avión le impresionó la cantidad de cubanos con maletines, él solamente cargaba El Habanero debajo del brazo. Al caminar las calles de La Habana, lo perturbó la inexistencia de las murallas, y peor aún La Habana que había dejado de ver para siempre en 1822, cuando tenía treinta y cuatro años de edad, era más moderna que la actual. Afectado del ánimo, decidió regresar lo más pronto posible a Filadelfia, y escribir las impresiones del viaje para su periódico bajo la penumbra de una vela. “Hasta ahora el pecado político casi universal en aquella Isla, ha sido el de la indiferencia: todos han creído que con pensar en sus intereses y familia han hecho cuanto deben, sin acordarse que esos mismos objetos de su aprecio siguen la suerte de la patria, que será lamentable si no toman parte en ella los hombres que pueden mejorarla y aun hacerla feliz” (1). Y continuó emborronando cuartillas. “Yo desearía que mis compatriotas, (y doy este nombre no sólo a los naturales de mi país, sino a los que le han elegido por patria) tuviesen siempre por norma que en la Isla sólo deben distinguirse dos clases: los amigos de su prosperidad con preferencia a todos los países de la tierra, y los egoístas que sólo tratan de hacer su negocio aunque se arruine la Isla; en una palabra, patriotas y especuladores, y que el nacimiento no constituye a nadie ni en una ni en otra clase (2). Leyó varias veces lo escrito, y sumergió la pluma en el frasco, volviendo a entintar el papel, enviándole un mensaje a la disidencia. “La terrible arma de la desunión manejada por los mismos que la quieren, es la que ha causado y causa más estrago en la isla de Cuba, pues ya se consiga, ya se finja, ya se exagere; siempre ¡ah! siempre sus golpes son mortales (3). Mojó en la lengua las puntas de los dedos índice y pulgar, y apagó la vela.

Nota: La foto de La Habana pertenece a la colección de artista y poeta Juan Carlos Mirabal.

Bibliografía.
Varela en "El Habanero". Precursor de la Revolución Cubana por el historiador de La Habana, Emilio Roig de Leuehsenring. La habana, 1945. Pág. 18
1.- El Habanero No 1. Consideraciones sobre el estado actual de la isla de Cuba. Pág. 16-17
2.- El Habanero No 1. Sociedades secretas en la isla de cuba. Pág. 35-36.
3.- El Habanero No 5. ¿Hay unión en la isla de Cuba? Pág. 11-13.

jueves, 21 de mayo de 2020

El Habanero y otros habaneros, amenazados de muerte.

El presbítero habanero Félix Varela y su revista El Habanero*, la primera de habla hispana en los Estados Unidos, durante su exilo de Filadelfia, en 1824 y de la que se cree existen seis números del primer tomo, y el número siete del tomo II. El cuarto número, el quinto y el último de 1825, aparecen con pie de una imprenta de Nueva York, todos redactados con temas de carácter político, inspirado en un franco, decidido y vibrante espíritu independentista, tendiente a lograr de España, la separación y la libertad absoluta de Cuba. Tanto removieron la simiente de la metrópolis que Varela y su revista tuvieron el honor de ser públicamente condenados por Real Orden de Fernando VII, del 27 de junio de 1825 (1). Y como siempre toda dictadura, envía un agente para asesinar al hombre que enseñó a pensar a todos los cubanos. El mismo sacerdote en una de sus revistas lo expresa de esta manera: “Acabo de recibir la noticia de que en consecuencia de los efectos producidos por el segundo número se ha hecho una suscripción para pagar asesinos que ya han encontrado y que deben venir de la Isla de Cuba a este país sin otro objeto que este asesinato. La noticia es dada por personas de quien no puede dudarse, y además tiene otros antecedentes que la confirman. ¡Miserables! ¿Creéis destruir la verdad asesinando al que la dice? ¡Ah! ella es superior a todos los esfuerzos humanos, y un recurso como el que habéis tomado sólo sirve para empeorar vuestra causa. Nada prueba más la solidez de lo que he dicho que la clase de impugnación que habéis adoptado. Yo podré morir a manos de un asesino, pero aseguro que no ganaréis mucho, y no sé si me atreva a pronunciaros que perderá algo vuestra causa. Por lo que hace a las personas caritativas, podría designarlas, mas no lo haré, porque no tengan muy pronto la misma suerte que ellas me preparan. Yo no sé hacer la guerra de asesinos, ni he hecho otra que la de razones, francamente, sin ocultar mi nombre, y de un modo decoroso” (2). Félix Varela murió por asma, pero, ¡qué casualidad!, a casi doscientos años otra dictadura continuadora de aquella, “creyendo destruir la verdad”, asesina al habanero Osvaldo Payá, fundador y organizador del Proyecto Varela, y todavía hoy en día sus agentes con nombres y rostros falsos andan sueltos amenazando de muerte a quienes la dicen.

* Varela en "El Habanero". Precursor de la Revolución Cubana por Emilio Roig de Leuehsenring. La habana, 1945.

Nota: Las fotos de Varela y la portada de su revista El Habanero pertenecen al Centro cultural cubano de Nueva York.

Bibliografía.
1.- No. 6, Revista el Habanero. Real Orden de Fernando VII prohibiendo "El Habanero", p. 189 (201)
2.- No. 3, Suplemento, p. 150-151 (152-153).

martes, 19 de mayo de 2020

Primera ley que aprobó nuestro escudo de la República de Cuba. (Final)

En el Palacio de la Presidencia, 23 de abril de 1906, el entonces señor presidente de la República de Cuba don Tomás Estrada Palma, firma la Ley de 6 de enero de 1906, con el propósito de regularizar el uso de la bandera, escudo y sello nacionales a propuesta de Juan F, O`Farrill, Secretario de Estado y Justicia. El decreto consta de nueve artículos y por su importancia reproduciremos parte del primero. “El escudo en uso tiene la forma de una adarga ojival y está partido hasta los dos tercios de su altura, por donde lo divide una línea horizontal; en su campo superior representa un mar a cuyos lados derecho e izquierdo, correspondientes al Norte y al Sur, existen frente uno de otro; dos cabos o puntas terrestres, entre los cuales, cerrando el estrecho que forman de izquierda a derecha y suspendida en el aire, se extiende una llave de oro, con su palanca hacia abajo y a cuyo fondo, a que corresponde el Occidente el disco solar hundido en el horizonte hasta la mitad de su hemisferio superior, esparcen sus rayos por todo el cielo del paisaje; el cuartel o espacio inferior de la derecha es bandeado con cinco listas de color azul turquí y blancas, azul la más alta, e inclinadas todas de izquierda a derecha; y el tercer espacio o cuartel figura un valle en el medio del cual se alza una palmera y detrás de estas dos montañas, completando el blasón ligeros celajes. Sírvele de soporte un haz de varas cuyo estreno inferior asoma por debajo del vértice de la ojiva y el superior por la parte central del jefe del escudo, sosteniendo como una corona del mismo un gorro frigio, vuelto hacia la derecha y con una estrella pentagonal de plata en su parte inferior. Una rama de encina y otra de laurel, cuyas puntas se inclinan hacia dentro sobre el jefe, por los lados derecho e izquierdo, respectivamente, orlan el escudo”.

lunes, 18 de mayo de 2020

Los fasces en nuestro escudo. (Parte XII)

Nuestro escudo tiene un elemento llamado los fasces, (U. t. c. f. las faces), que dieron origen a la palabra fascismo, pero nada que ver con dicha ideología porque en nuestro escudo aparecieron en 1897, y el Partido Fascista fue fundado el 9 de noviembre de 1921, (aunque desde mucho antes la ideología campeaba por Italia). La palabra proviene del latín fasces, plural de fascis, “haz”, insignia de los cónsules romanos, que se componía de una segur (hacha) rodeada de un atado de varas (1). Los fasces están ligados a la República, y los Estados Unidos lo utilizan en la sala del Congreso (fotos 1 y 2), y en muchas estatuas de algunos presidentes de los Estados Unidos, como George Washington y Abraham Lincoln, por solo poner algunos ejemplos. En la foto número tres aparece la moneda souvenir con el escudo completo, (independientemente de los cocos). Recordemos que el Capitolio de La Habana, réplica del Capitolio de los Estados Unidos, fue la sede de la Cámara y el Senado, donde en la foto número cuatro aparece nuestro escudo escoltado por dos faces donde destacan la segur (hacha), al igual que en la foto número cinco, en que dos fasces escoltan el busto de Benito Mussolini fundador de la ideología fascista.

1.- Diccionario de la Real Academia de la Lengua española.
Nota: Discúlpenme por el gazapo al haber titulado la palabra laurel, cuando nada tenía que ver con el tema de los fasces.

domingo, 17 de mayo de 2020

1849 – 1897 cuarenta y ocho años para lograr el escudo actual. (Parte XI)

En la moneda (souvenir) correspondiente a 1897, por primera vez aparece el escudo completo como el actual, pero a la palma le aparecen cocos, al igual que en la moneda provisional de 1870. ¿No nos recuerda los cocoteros del escudo que España le dio a Cuba en 1516? El escudo aprobado en la Asamblea de Guáimaro en 1869 mantuvo su diseño hasta 1897, aunque sin actualizar durante este período, pero vemos a través de la numismática y la filatelia nuevos elementos que más tarde formarán parte del escudo actual. En la moneda de 1870 podemos apreciar la corona de laurel y roble. En el diseño de 1874 se aprecia la llave volteada a 180° y la clave hacia arriba, un cambio de otro diseño por el escudo o blasón suizo o de adarga ojival con doble escotadura en jefe, rodeado de seis banderas cubanas y un sol completo de fondo. Este mismo escudo aparece en la estampilla de correo con el mismo error, pero conservo en mi poder un documento firmado por Salvador Cisneros Betancourt, como presidente de la Junta Patriótica de La Habana, con fecha 26 de junio de 1908, timbrado con este escudo en la parte superior, sin embargo, en la inferior destaca un sello en seco con el escudo igual al actual. Ya para la década de los noventas, aparece la corona de laurel y roble, las faces con el gorro frigio y dos letras mayúsculas RC, me imagino signifiquen República de Cuba, o quizás un símbolo masónico, como mismo aparece en el anverso de la moneda de 1898 dentro de la estrella de cinco puntas encima de la corona de laurel y encina, sin embargo en el reverso, la forma del escudo tipo francés con la bandera cubana en su interior y un sol semicircular encima, la corona tal parece que cambió los tipos de ramas.