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martes, 4 de agosto de 2020

Las brigadas médicas cubanas llevan el nombre de Henry Reeve quien fuera un mercenario.

Reír llorando como el poema de Juan de Dios Pesa, es la utilización del nombre Henry Mike Reeve Carroll, (Henry Reeve) el joven neoyorquino que antes de ser un héroe del Ejército Libertador de Cuba, se incorporó como mercenario en la expedición del Perrit comandada por el también mercenario, general americano Thomas Jordan, bajo el falso nombre de Henry Earl, igual de falso como algunos “médicos” que viajan de espías en esas brigadas. El 19 de septiembre del 2005, después que el presidente George W. Buch, rechazara los 1586 médicos ofrecidos para la “asistencia humanitaria” por los destrozos del huracán Katrina, el mercader Fidel Castro, bautizaba la “Brigada”, no sé si por ignorancia o por su acostumbrada manipulación al tratar de asociar el dólar, símbolo capitalista, con el nombre del patriota estadounidense Henrry Reeve, que luego de renunciar a la empresa, se convirtió en uno de los héroes extranjeros más valientes que pelearon por la independencia de nuestro país. Ahora, la dictadura en franca desesperación promueve a los cuatro vientos la nominación al Novel de la Paz en contraposición a su verdadera naturaleza, la trata de personas y el espionaje. El 22 de enero de 1869, el general Thomas Jordan, y la Junta cubana a bordo del Henrry Burden, en Jacksonville, firmaban el contrato que automáticamente convertía al general en ciudadano cubano para así servir en las filas del Ejército Libertador, manteniendo su grado de general de los Estados Unidos y la paga correspondiente. Finalmente, el 1 de mayo de 1869, el Perrit navegaba con una expedición de 112 cubanos y 86 norteamericanos entre los que se encontraba Henrry Earl, o “Enrique el americano”, o “el inglesito” Henrry Reeve quien con diez heridas en el cuerpo alcanzó el grado de General de Brigada. Y miren como han desprestigiado a Narciso López, creador de nuestra bandera y escudo. “Y el carnaval del mundo engaña tanto, que las vidas son breves mascaradas; aquí aprendemos a reír con llanto y también a llorar con carcajadas”, “¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta”.

Referencia: Wikipedia.

Bibliografía.
1.- Reír llorando - Biblioteca Virtual Universal.
2.- Vidas de la unidad americana. Herminio Portell Vilá, profesor titular de Historia de América, Universidad de La Habana. Editorial Minerva. La Habana. 1944. Págs 152- 162.

domingo, 2 de agosto de 2020

¿Patente de corso para matar en nombre del gobierno de Cuba?

“Quien calla otorga”, reza el dicho y tal parece que el gobierno de Cuba concede licencias a sus funcionarios para asesinar. El impostor presidente Miguel Díaz Canel fue el primero en apelar al violento “Alex Guerrero el látigo de los gusanos”, que sabemos era un personaje gris sin cascabeles, “para desenmascarar a la Garrapata de Potrero”, Alexander Otaola, tratando luego de borrar el post, pero demasiado tarde. Ahora sale Joaquín Alonso Vásquez, presidente de Casas de Cambio S.A. CADECA en Cuba, “autorizando disparar con cualquier calibre y utilizar arma”, en contra de los opositores José Daniel Ferrer, Dulce María Payá, al propio Otaola, a Eliécer Ávila, Robertico San Martín y al también “influencers” Ultrak, “donde quiera que se metan… están en mi sector de fuego”. La fanática y extremista Lisbet Mendosa enseguida se hizo eco, “haciendo mías las palabras de mi amigo, padre, guía, fe y la mala palabra”, convocando incendiariamente a “todo el que sienta amor por Cuba, su pueblo y su Revolución considérese al combate…”. Las amenazas  toman un tono más dramático, cuando “alguien” le envió un mensaje de texto a la “barbera” de Alex Otaola, proponiéndole “te vamos a pagar 20 mil dólares pk le cortes el cuello a (Otaoña), Otaola. Mi gente se va a poner de acuerdo”. Igual al puesto a dedo Díaz Canel, Joaquín limpió demasiado tarde su perfil recibiendo amenazas en su mismo muro dejando el muy desalmado su linda familia que nada tiene que ver con esta historia. La violencia genera violencia y más aún si la promueve y permite la alta “jerarquía de un gobierno”.