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jueves, 10 de septiembre de 2020

Batista el hombre fuerte de Cuba: El joven Batista y el joven Castro.

Batista tenía 26 años cuando nació Fidel Castro, pero su adolescencia la dedicó “al trabajo rudo como obrero en todas las escalas. En aquellos días inciertos, mi pobre existencia humana era llevada en alas de bellas, románticas ilusiones, y de ensueños a fantásticos mundos de redención. Entonces, todas aquellas elucubraciones de mi mente juvenil me parecían posibles realidades. Ni la fatiga ni el sueño eran verdades suficientes a la razón para extraviarme en mi ascensión imaginaria. La perfección humana no era un imposible. La felicidad de los hombres, un derecho que todos debíamos alcanzar. Sólo faltaban los medios; me interrogaba que era y de qué sería capaz el hombre con poder, y cómo podría servir a las necesidades sociales. ¡Juventud, bello soñar! (1). Mientras, en la foto con el número uno, vemos a un Fidel como vulgar fugitivo del barco que lo llevaba a la invasión de Cayo Confite, abandonando por primera ocasión a sus compañeros invasores. En la imagen con el número dos, cuando se graduaba de delincuente, vándalo y agitador internacional en el Bogotazo.

1.- Dos fechas, Aniversarios y testimonios 1933-1944. Vol. I. Fulgencio Batista. Ediciones Botas – México 1973. Pág. 70

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Entre mentiras y cinismo el día de la Santa Patrona de Cuba.

Ocurrió el martes 8 de septiembre de 1959, el mismo día de la Santa Patrona de Cuba, cuando después de tres (3) meses viajando por Europa y Asia, el más “austero” de la pandilla de los Mau mau, el comandante Che Guevara, declaraba antes de llegar a La Habana, lo que nunca se atrevió a decir estando en Cuba, “Nosotros no somos comunistas”. Y el otro, Fidel Castro, el jefe de la pandilla, el más farsante de todos los cubanos, el mismo día, y con el cinismo que siempre lo caracterizó declaraba, que “Oirá la primera misa de hoy en El Cobre”, lugar donde ya se encontraba la madre que lo parió para (según la revista Bohemia) cumplir una promesa hacía dos años atrás.
Nota: La foto de Lina Ruz, pertenece a la revista Bohemia. En mi poder, la revista y el periódico original.

lunes, 7 de septiembre de 2020

El conquistador Alonso Ojeda, la comarca de Cuiba y la Virgen del Cobre. (Cachita)



A solicitud de mi buen amigo el doctor Antonio Eguía y a las inquietudes de otras amistades, intento complacer con este “complemento” de la Historia sobre el hallazgo de la Virgen del Cobre. Alonso de Ojeda, el navegante, gobernador y uno de los más valientes conquistadores, luego de un naufragio a la altura de Jagua en Sancti Spirítus, cargaba una imagen de la Virgen María que llevaba consigo desde la primera vez que se embarcó a América en 1493 e hizo una promesa, que le dedicaría un templo en el primer poblado indígena que encontrara en su camino y los recibiera con buenas intenciones. Poco después, con una docena de hombres, llegó a la comarca de Cueiba, donde el cacique Cacicaná trató amablemente y cuidó a Ojeda y a los suyos hasta la recuperación. Ojeda cumplió su promesa y levantó una pequeña ermita de la Virgen en el poblado, ermita que sería venerada por los aborígenes de la comarca. Se cree que la Virgen encontrada en la Bahía de Nipe por los “tres Juanes”, era la Virgen de Ojeda.

Referecia: Wikipedia.

Cachita la patrona de Cuba y los tres Juanes.

Los tres no se llamaban Juan, uno de los hermanos era Rodrigo de Hoyos, ambos indios naturales, el otro un criollito negro nombrado Juan Moreno, de unos diez años a lo sumo, pero para la imaginería cubana son los “tres Juanes” de Cachita, que por el año 1627 o 28 *, cuando en busca de sal se dirigían por tierra hacia la bahía de Nipe. Al amanecer cerca de Cayo Francés, encontraron una imagen de quince pulgadas de alto de la Santísima Virgen María, flotando sobre una tabla con la inscripción “Yo soy la Virgen de la Caridad”, la que llevaron hacia el hato de Varajagua o Barajagua, y por disposición del administrador de las minas de cobre, se construyó una ermita donde permaneció por tres años. Posteriormente entre el clamoreo de campanas y salvas de fusilería, en procesión la trasladaron al altar mayor de la iglesia parroquial del Cobre, pero las apariciones de luces misteriosas por tres noches consecutivas, determinaron  construirle en un cerro el famoso santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre. “La tradición del hallazgo de la imagen cuya lámina ofrezco fue consignada con la historia de su culto en un MS del presbiterio, don Onofre de Fonseca, capellán del santuario del Cobre, quien lo escribió en 1703 con vista de los autos que en 1688 se formaron ante un juez competente y obran en el archivo de dicha iglesia. El MS fue después comentado por el presbítero don Bernardino Ramón Ramírez y publicado en 1829 por don Alejandro de Paz y Ascanio” (1).

* El padre Jordi Rivero, en un artículo relacionado al tema, sitúa la leyenda entre
1612 o 1913.

Bibliografía:
1.- Manual de la Isla de Cuba. José García de Arboleya. Segunda edición. Habana. Año 1859. Pág. 379 y 380.