Y tuvo el Gobierno norteamericano, en su segunda intervención, que encargarse nuevamente de doña Leonor Pérez, y sus funerales el día 19 de junio de 1907, para que la prensa oficialista marxista actual, adoctrinadora y manipuladora volviera a arremeter en contra, esta vez del gobernador Charles Magoon, al tratar de insincera la nota necrológica, en la que dispuso guardar duelo oficial y fuera sepultada a cuenta del Honorable Ayuntamiento habanero, y calificara de pomposo el sepelio que contrastó “con la miseria en que ella había vivido durante sus últimos años”. (1)
Si el funeral hubiera sido sencillo, entonces estuviéramos leyendo en estos momentos, “un sepelio miserable al igual que su empobrecida vida durante sus últimos años”.
El Gobierno Interventor norteamericano hizo más por la madre de José Martí, que la misma República, que los patriotas revolucionarios encabezados por Máximo Gómez.
Pomposo resultó el sepelio del “generalísimo” en 1905, donde el gobierno de la República dispuso de 15 mil dólares para sus funerales, donde las corporaciones, las sociedades y organismos, el Gobierno en pleno, los cuerpos colegisladores, los elementos revolucionarios, gastaron más de 30 mil dólares en coronas, donde el Secretario de Hacienda, el general mambí Juan Rius Rivera, visitara la residencia del general Máximo Gómez, haciéndole entrega a su hijo Urbano de un cheque de 100 mil dólares americanos, cantidad votada por el Congreso a favor del caudillo revolucionario. (2)
Pomposo era “el sarcófago de terciopelo negro de Máximo Gómez elegido a imagen y semejanza al utilizado para el cadáver del presidente norteamericano Willliam McKinley” (3), mientras en un lugar remoto de la provincia oriental, en un nicho rústico marcado con el número 334 reposaban casi olvidados los restos de José Martí, hasta que el mismo Gobierno Interventor norteamericano por disposición sanitaria ordenara la demolición de los antiguos nichos y erigiera un templete donde honrosamente descansarían los restos del Apóstol, y que fuera inaugurado el 24 de febrero de 1907, casi cuatro meses antes del fallecimiento de su santa madre doña Leonor Pérez Cabrera, ocurrido aproximadamente a las 5.30 pm del 19 de junio del mismo año. Continuará…/
Fuente:
1.- Centro de Estudios Martianos. La Habana.
2.- Diario de la Marina. Edición de la tarde del sábado 17 de junio de 1905.
3.- Diario de la Marina. Edición de la mañana del miércoles 21 de junio de 1905.
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