Sospechosamente, otra baja significativa, la del coronel Bellito, quien se atrevió confrontar a Máximo Gómez y del que apenas se habla en las demás versiones cubanas sobre la muerte de Martí. Juan Francisco Blanco, más conocido por Bellito había nacido en 1848, en Bayamo, era hijo de Bernabé y Luz, estaba casado, y tenía 47 años al morir. Participó en la guerra del 68, donde alcanzó el grado de comandante y se alzó en armas desde el primer día en Bayate, provincia de Oriente, junto al Mayor General Bartolomé Masó, en la guerra de 1895. Ascendido a teniente coronel el 15 de marzo de 1895, cuando integraba la Brigada de Jiguaní, (1ra Brigada, 2da División, 2do Cuerpo). Herido gravemente en el combate de Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895, cuando intentaba rescatar el cadáver del Mayor General José Martí, murió tras permanecer inconsciente dos días. Tuvo coraje de enfrentar al general Máximo Gómez, y Martí lo destaca en su Diario de Campaña, el día 10 de mayo: “viene Bellito, el coronel Bellito de Jiguaní, que por enfermo había quedado acá. Lo adivino leal de ojo claro de asalto, valiente en hacer y en decir. Gusta de hablar su lengua confusa, en que, en las palabras inventadas, se le ha de sorprender el pensamiento. ––La revolución murió por aquella infamia de deponer a su caudillo (se refiere a la destitución de Carlos Manuel de Céspedes). Eso llenó de tristeza el corazón de la gente. Desde entonces la revolución empezó a volver atrás. Ellos fueron los que nos dieron el ejemplo, –– ellos los de la Cámara”. Cuando Gómez censura agrio las rebeliones de García, (alude al general Vicente García) y su cohorte de consejeros: Belisario Peralta, el venezolano José Miguel Barreto, Bravo y Senties, Fonseca, Limbano Sánchez y luego Collado. Bello habla dándose paseos como quien espía al enemigo, o lo divisa, o cae sobre él, o salta de él. ––No señor, a nosotros no se nos debe hablar así, porque no se lo aguanto a hombre nacido. Yo he sufrido por mi patria, cuanto haya sufrido el mejor General––. Gómez, lo increpa porque los oficiales dejan pasar las reses a Jiguaní, llevando pase en nombre de Rabí. Bellito lo encara: ––Los que sean, y además esa es la orden del jefe, y nosotros tenemos que obedecer a nuestro jefe. Ya sé que eso está mal, y no debe entrar res, pero el menor tiene que obedecer al mayor”. Y cuando Gómez dice: "––Pues lo tienen a usted bueno con lo de Presidente. Martí no será Presidente mientras yo esté vivo": —y enseguida, ––porque yo no sé qué le pasa a los Presidentes, que en cuanto llegan ya se echan a perder, excepto Juárez, y eso un poco, y Washington. “Bello, animado, se levanta, y da dos o tres brincos, y el machete le baila a la cintura”: ––Eso será a la voluntad del pueblo:––Porque nosotros, ––me dijo otra vez, acodado a mi mesa con Pacheco,––hemos venido a la revolución para ser hombres, y no para que nadie nos ofenda en la dignidad de hombre”. “En lluvias, jarros de café, y plática de Holguín y Jiguaní llega la noche.
Día 13 de mayo de 1895. Voy aquietando: a Bellito, a Pacheco, y a la vez impidiendo que me muestren demasiado cariño”. Continuará…/
Fuente.
1.- Índice alfabético y defunciones del Ejército Libertador de Cuba: guerra de independencia, iniciada el 24 de febrero de 1895 y terminada oficialmente el 24 de agosto de 1898.
2.- Diario de Campaña de José Martí.
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