Sin embargo después que Máximo Gómez dudosamente mencionara a un tal Miguel (sic) de la Guardia (1), en las demás versiones cubanas el nombre de Ángel de la Guardia toma gran relevancia y se menciona reiteradamente sin haber aportado nada, con la única intención, a través del (Ángel de la Guarda o Ángel Custodio, según la imaginería al que Dios da la misión de proteger, guardar y guiar a una persona durante su vida en la tierra), para atribuir o conferir carácter sagrado a José Martí quien hasta ese momento no lo tenía: “Lo que si es seguro es que Martí iba solo. Ángel de la Guardia no lo vio caer. La Guardia era un muchacho muy valiente. Es una ironía decir que vio caer al Apóstol. Y una injusticia. Si él lo hubiera visto, o muere a su lado, o rescata el cadáver. Lo que si hizo Ángel de la Guardia fue identificar el caballo de Martí (2). Ni vio morir a Martí ni rescató su cadáver, nada aportó. El coronel Bellito, entregó su vida y apenas se menciona en las versiones cubanas. Otro elemento sospechoso es la reiterada desobediencia de José Martí, a la orden de Máximo Gómez, que suena a la mentira repetida tantas veces que termina en una verdad insoslayable. Es comprensible que el generalísimo impusiera mutismo a la tropa so pena de muerte en ocultar su herida del cuello, lo paradójico es que fue él quien confirmó la versión española, en entrevista al Heraldo de Nueva York (3). Se hace sospechoso, cuando Gómez después de una “noche tristísima” ordena precisamente al alférez Ramón Garriga, llevar una carta a José Ximénez de Sandoval, o sea lo mandaba a la boca del lobo. Recordemos que siendo coronel declaró como único testigo, que le había entregado a Gómez el Diario de Campaña de José Martí, completo sin que le faltaran los seis folios. Muerto Martí, en ese momento el alférez Ramón Garriga, era la única persona que junto a Gómez conocía el contenido de aquellos seis folios, también, ¿quería quitarse a Garriga de encima? Continuará…/
Fuente.
1.- Diario de Campaña de Máximo Gómez, con fecha 19 de mayo de 1895. La Habana. Ceiba del Agua. 1940. Págs. 336 .
2.- Diario de la Marina, domingo 22 de febrero de 1948. Pág. 44.
3.- Cuba española. Reseña histórica de la insurrección cubana en 1895. Emilio Revertér Delmás. Barcelona. 1896. Págs. 347 – 348.
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