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viernes, 1 de julio de 2022

¿Qué sabes de La Habana colonial de José Martí? La Muralla y sus puertas. (Parte V)

Puerta de Tierra o de la Muralla. Se componía de dos arcos de sillería abiertos desde 1721 en la magistral del recinto entre los baluartes de San Pedro y de Santiago y en la calle del Ejido, que terminaba en este lugar en un espacio descubierto a modo de plazuela, en la salida por el oeste de las calles de Bernaza, de la Muralla y del Sol. Servía de tránsito para el inmediato Campo militar de Marte y los barrios extramurales de Jesús María, el Horcón, Jesús del Monte, el Cerro y otros de la calzada del oeste. Facilitaron el paso dos puentes levadizos sobre el foso. Uno de dos arcos, estuvo destinado a la salida, el otro a la entrada de carruajes y caballerías. Probablemente la más usada por los padres de Martí para entrar y salir de la ciudad.
Puerta del Arsenal. Abría con un arco sencillo entre los baluartes de San Isidro y de Belén, para servir de paso de comunicación mas inmediato entre el recinto y el arsenal, por la calle del Ejido. Se inauguró en 1775 cuando, terminaron favorablemente para el capitán general marqués de la Torre las cuestiones de jurisdicción que le suscitó don Juan Bautista Bonet, que gobernaba entonces el apostadero.
Puerta de la Tenaza. Se abrió hacia 1745 entre el baluarte de la Tenaza y el de San Isidro, tenía rastrillo, puente levadizo y cuerpo de guardia como todas las demás. Su objeto fue facilitar la comunicación con el Arsenal cuando se estaba construyendo entonces, pero se cerró veinte años después por desacuerdos “entre el Capitán General, y el General de Marina, abriéndose en su lugar en 1773, que por mucho tiempo se dijo la Puerta Nueva (1). La más cercana a la casa en donde nació Martí.
Puerta de Luz. Este antiguo acceso se abrió al movimiento marítimo de la bahía en la ribera bañada por sus aguas, y condenado a desaparecer en el proyecto de prolongación del muelle general, se fabricó hacia 1742, durante el mando de don Juan Francisco Güemes Horcasitas, que reconstruyó bajo la dirección del ingeniero don Bruno Caballero, todos los lienzos del recinto amurallado, desde el baluarte de la Tenaza hasta el de Paula. Recibió el nombre usual de Luz por ser ese el apellido del regidor don Cipriano de la Luz, propietario a la sazón de la extensa casa inmediata a esta puerta, donde tenía su residencia y que conservan aún sus descendientes. Esa puerta “azoteada”, cuya extremada sencillez se perdonaría si no se hubiera fabricado con tan mal gusto. Se reducía a un cuadrilongo de unas 44 varas de longitud y 7 de anchura, con huecos para un pequeño cuerpo de guardia y dos ventanas en cada frente. Radica la puerta de Luz junto al extremo del muelle del mismo nombre, y el baluarte de Paula. Desde un principio se destinó a la introducción de pasajeros y frutos procedentes de Regla y otros puntos de la bahía, que más tarde se introducían por otras partes. Continuará…/
Fuente.
1.- Diccionario, geográfico, estadístico, histórico de la Isla de Cuba. Jacobo de la Pezuela. Tomo tercero. Madrid. Año 1863.
2.- Ave María Habana. Ivo Basterrechea Sosa. España. Editorial Adarve 2021.
ISBN: 8418366842, 9788418366840.
3.- Revista Arquitectura. No.53, Año V. La Habana, diciembre de 1937.
4.- Lo que fuimos y lo que somos. La Habana antigua y moderna. José María de la Torre. La Habana. Año 1857.
5.- Manual de la Isla de Cuba. José García de Arboleya. Segunda Edición. La Habana. 1859.

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