Autor: Ivo Basterrechea Sosa.
Por lo menos no había libreta de racionamiento y ningún ministro salía por la televisión explicando cuánto le tocaba a cada ciudadano ni el ciudadano perdía parte de su vida en esas interminables colas creadas solamente en una sociedad socialista.
En este año de 1954, el peso cubano estaba unos centavos por encima del dólar americano y era la única moneda oficial, y cada trabajador percibía su salario en esta moneda. En todo el territorio nacional, en cada manzana existía al menos una bodega surtida en toda su estantería.
Veamos como se comportaban los precios de varios productos en un Minimax (Súper mercado) situado en la 5ta Avenida y Calle 2, en Miramar, La Habana el día 20 de agosto de 1954. Una lata de aceite de 4 y ½ libras costaba 1. 83 pesos cubanos. Una lata de jamón “Savortite de Swift” de 3 libras estaba en el precio de 3.74 pesos. Un paquete de manteca de 2 libras 55 centavos. Mantequilla “Guarina con sal y sin sal en cuartos de libra a 73 centavos. Un estuche de 6 cerveza Hatuey no llegaba al peso cubano. Arroz marca Minimax, dos paquetes de 3 libras por sólo un peso. Un saco de papel de azúcar, marca Hershey de 5 libras por 30 centavos. Una lata de leche condensada “La lechera” por sólo 18 centavos. Una lata de salsa de tomate de 8 onzas, o sea media libra de la marca “Hunt`s”, por solo 11 centavos. Una libra de café puro sin chícharos mezclados, de la marca “Flor de Yateras” por solo 77 centavos la libra. ¿Nos libraron, o nos condenaron a vivir en la miseria de por vida? Sigamos en las estrategias, esperando las promesas futuras.
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