El
puño cerrado, o el dedo, la muerte en el poder, y el apellido Castro, puntos
convergentes de las dictaduras comunistas. Fíjense
en las primeras imágenes de arriba. Tuvo que morir toda la “viejenquera”, Iósif
Stalin, Nikita Jrushchov, Leonid Brézhnev, Yuri Andrópov y Konstantín Chernenko,
para que llegara uno más joven que los anteriores, Mijaíl Gorbachov y cambiara
la dictadura más antigua del planeta hasta aquel entonces. ¿Cuántas
generaciones empobrecidas perecieron? En la segunda fila, Salvador Allende pichón
de dictador, que murió antes de dejar el poder a Augusto Pinochet, otro
dictador, pero anticomunista, que como otras tantas dictaduras militares,
entregó el poder después de restablecer la democracia. Tercera fila de fotos,
el rumano Nicolae Ceausescu, murió fusilado junto a su esposa. Cuarta fila,
Muamar Muhamad Abu-minyar el Gadafi, fue capturado y tuvo una muerte horrorosa.
Quinta fila, Sadam Huseín Abdulmayid al Tikriti, fue enjuiciado y terminó ahorcado.
Así que la dinastía de Corea del Norte,
Kim Il-sung, Kim Jong-il, abuelo y padre respectivamente del actual mandatario
Kim Jong-un, no entregará jamás el poder con conversaciones, tampoco lo harán
Nicolás Maduro, Evo Morales, Daniel Ortega y Díaz Canel, mientras tengan un
chino atrás.
Fuente:
Wikipedia.