Nos recuerdas a tu madre en esta hora, de cuando te conocimos mintiendo a través de Twitter, de cuando nos propusiste venir, de toda la tensión del corona virus. Un día pasarán preguntando a quien se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos cagó a todos. Viniendo aquí supimos que era cierto, que en una revolución se muere de hambre, miseria, pobreza, falta de medicina porque nunca fue verdadera. Muchos compañeros nos quedamos atrapados en la inmundicia de los hoteles, incluyendo el Victoria.
Hoy todo tiene un tono más dramático por ser tan boludos como Maduro, porque el hecho se repite, y se repite, y se repite, y nuestros pueblos siguen comiendo mierda. Renunciamos a tu Revolución y al socialismo en cuanto nos pongan un avión para salir de esta porquería. Nada ilegal ni legal nos atará a Cuba porque siempre están mintiendo.
Nuestra única falta de gravedad es haber confiado en ti y en Cristina Fernández, en tu revolución y su socialismo.
Vivimos días terroríficos por creer que el paraíso estaba en esta isla del Caribe. Pocas veces ha brillado tan alto un mentiroso como en estos días, nos arrepentimos de nuestras vacaciones, por seguir tu manera de pensar y al peligro que nos exponías.
Otros destinos turísticos del mundo reclamarán nuestro dinero sin que sea a la fuerza. Nosotros podemos acusarte por tu irresponsabilidad al frente de Cuba, y así te demandaremos, aunque aquí nadie te reconozca.
Sépase que lo hacemos con una mezcla de cobardía y dolor, aquí te dejamos nuestras diarreas y las de nuestros ancestros, y un pueblo hambriento que nos advirtió del peligro. En los futuros destinos turísticos no olvidaremos la verdad que nos ocultaste, llegaremos a nuestro pueblo para luchar contra el socialismo donde quiera que esté, esto nos reconfortará con creces cualquier salpicadura. Decimos una vez mas que acusamos a tu dictadura y todo lo que vomite de su ejemplo. Que cuando nos llegue la hora de irnos, nuestros únicos pensamientos serán para las madres, tuya, la de Cristina y la de Raúl.
Que recordaremos tus mentiras y los aplausos de tus actos, al despedir las brigadas de médicos espías. Que les enseñaremos a nuestros hijos cuando sean hombres y mujeres, que el socialismo es toda una mentira.
Tendremos muchas cosas que decirles a nuestros pueblos, pero creemos que son innecesarias, las mentiras sobre el corona virus llenan cuartillas diarias.
Hasta las mentiras crecen.
En tiempos de virus y muerte.
Te abrazamos boludo, con todo el fervor coronario por si acaso nos contagiamos.