Alicia Alonso bailó en función única para
el Mayor General Fulgencio Batista, reconociendo la legitimidad de su segundo
gobierno, la noche del 25 de febrero de 1955, en el Teatro Auditorium (hoy Amadeo
Roldán)*.
Dos días antes, un petardo del terrorista Movimiento 26 de julio, liderado por
el funesto Fidel Castro, asesinó en Santiago de Cuba a Antonio Taulé, dejando herida
a su nieta de 15 años Emilita Tabares**. La muerte del cisne, sólo ha dejado en
mi memoria la garabateada firma para fusilar a tres jóvenes Lorenzo
Copello, Bárbaro Sevilla y Jorge L. Macías que buscaban la libertad en el año
2003. Una “artista” menos, que con su rúbrica rompió los corazones de tres madres
cubanas, las que en estos momentos imagino entre lágrimas, recordando las
ausencias de sus hijos.
Bibliografía.
*
Masoneríaliteraria.com
** Diario de la Marina, 23 de febrero de
1955.