Autor. Ivo Basterrechea Sosa.
Un lombardero o cualquier otro de los treinta y nueve hombres que Colón dejó en el Fuerte de Navidad, bien pudo enseñar a los indios, la creación de la hacha de piedra petaloide (que no es indígena), y del arco y las flechas a partir de las duelas curvas utilizadas en las pipas de agua. Por eso cuando Colón en su rumbo hacia España, más adelante se encontró a un grupo de infelices nativos, que venía de la dirección del Fuerte de la Navidad, con unos arcos enormes y flechas con huesos en las puntas, y ellos, quizás contentos, en su inocencia querían mostrarle al Almirante, que ya poseían armas y hasta sabían usarlas (eran arcos y flechas que quizás se los entregaron para cazar jutías), y los castellanos que andaban con Colón, al verlos, con las caras pintarrajeadas, las plumas en las cabezas, por las burlas que les hacían aquellos 39 hombres del Fuerte; el Almirante y sus hombres los creyeran Caribes y quisieron desarmarlos y hasta convencerlos para que algunos los entregaran, pero quizás los infelices no veían la razón del porqué les quitaban lo que los otros castellanos les habían regalado, y se pusieron ariscos, a la defensiva y fueron atacados por los cristianos, hiriendo a uno en una nalga y a otro en el pecho, siendo la primera vez que la sangre manchara aquella tierra por la ignorancia de los conquistadores. Fue a partir de aquí que ya nuestros nativos se volvieron más cautelosos y quizás hasta cimarrones, luego de la quema de aquellos, ordenada por el hermano del Almirante, dando surgimiento al primer líder rebelde, al que llamaron Caonao y también a los feroces Caribes. Y en otro escenario Colón observara como otro grupo usaba además unas varas agudas, las cuales tiran con unas tiraderas como las que tiran los muchachos de Castilla, con las cuales tiran muy lejos asaz certero. ¿Entonces no cabe la posibilidad de que esos nativos “Caribes”, fueran “entrenados” por aquellos 39 hombres? ¿Qué de aquellas orgías, llamadas areitos, surgieran los Caribes, que ya Colón traía en su mente, con aquellas caras y cuerpos, horrorosas, feroces, armados de “arcos y flechas” que solo servían para cazar jutías?