“El nombre del patrón del schooner Honor, que fue el occiso y no un marinero, como expresa el Apóstol en su comunicación, no ha sido publicado, que sepamos, hasta este momento. Investiga Revista Martiana ese dato interesante y espera poderlo consignar en próximo número”. (El patrón de la goleta Honor, era Salomón Key)
“El trágico suceso ha sido referido de diversos modos, su versión exacta nos las da a continuación un testigo presencial: el doctor Frank Agramonte, cubano meritísimo que sirvió en las filas libertadoras alcanzando en ellas el grado de comandante y que en la actualidad desempeña una cátedra en el Instituto de Segunda Enseñanza de la provincia villaclareña. Dice así el doctor Agramonte en resiente carta dirigida al director de la Revista Martiana, arrancando la narración desde su embarque en la goleta, Honor”.
“Contestando su carta, tengo el honor de participarle que la muerte del patrón de la goleta Honor fue completamente casual. Esto lo pueden comprobar mis compañeros de expedición el general Agustín Cebreco y el capitán Manolo Granda que viven en Santiago de Cuba”.
“El coronel Patricio Corona murió en Santiago de Cuba hace años y Alberto Boix falleció en los campos de Pinar del Río siendo ayudante del general Antonio Maceo: Murió de viruelas negras”.
Copio de mi Diario de campaña, ––dice Agramonte––, estas notas que se refieren al suceso.
“Estamos cerca de la isla Inaguas, ya había llegado el momento crítico de la expedición y el general Flor Crombet se acercó a mí y dijo “sígame”, lo seguí y él caminó en la dirección del capitán de la goleta cuando llego delante de este personaje dijo estas palabras: “capitán, nosotros deseamos ir a Cuba”
––¿Por qué no dijo eso antes, general? ––traduce el Dr. Agramonte
––Entonces nosotros hubiéramos ido directamente desde la isla Fortuna.” El capitán no había terminado sus palabras, cuando el general Flor Crombet sacó de su bolsillo trescientos pesos en oro americano (dólares) y le dijo:
––Esto es para ustedes.
––Déjeme consultar a mis compañeros–– contestó el capitán, y al poco rato volvió y le dijo al general Flor Crombet:
––All right, muy bien. Y con estas palabras la goleta se puso en dirección de Cuba que en la línea recta eran 60 millas. Continuará…/
Fuente.
1.- Revista Martiana del Museo de Santiago de Cuba. Habana. Año 1922. Pág. 12.