Todo en la dictadura castrista es
política, ella prohibió a los Beatles en Cuba por diversionismo ideológico
calificando a los jóvenes de “elvipreslianos” y metiéndolos en los campos de
concentración de la UMAP, fue esa misma dictadura la que prohibió a José
Feliciano, por declarar que estaba a favor de la guerra en Vietnam*, sin importar que
su música era obligada para cualquier quinceañera, y en cada “fiesta” las
perseguidoras detenían a los jóvenes que disentían. Julio Iglesias corrió con
idéntica suerte por cantarle a la dictadura de Pinochet, al igual Camilo Sesto,
quien murió recientemente. La dictadura fue la que obligó a la juventud de
nuestro tiempo escuchar a escondidas, estos ídolos en plena fama, mucho más que la de Gente de Zona. Ella fue la que prohibió la música de Willy Chirino, Gloria Estefan,
Meme Solís, Olga Guillot y Paquito D’ Rivera. La dictadura borró de
la faz de Cuba a la inolvidable Celia Cruz, (en la foto recogiendo un puñado de
tierra desde la Base de Guantánamo), cuando era la cubana más conocida en el
mundo, pero en Cuba, muy pocos, para no ser absoluto, eran los que conocían su
música y existencia. Ninguno de estos artistas cubanos era político, eso sí, exigían
la libertad de Cuba en cualquier escenario del orbe. Y Gente de Zona con su
actitud se burla del exilio, la “Llave de la ciudad de Miami”, baila junto al
nieto de Raúl Castro y reconoce a Díaz Canel como su presidente, vive aquí en
Miami y le hace el juego a la dictadura castrista que le prohibió en vida a la
“guarachera” volver a pisar su tierra. Gente de Zona y quienes lo apoyan
mancillan al exilio y la memoria de la cantante cubana más grande de todos los
tiempos, Celia Cruz.
* Los motivos de las censuras
fueron los que escuché mientras viví en Cuba.