La crisis de Cuba igual a los tiempos de Chaplin.

Las “diplotiendas” me dan risa, igual o más que cualquier película de Chaplin. ¿Quien no recuerda “The kid” o como nos la dieron a conocer en Cuba, bajo el título “El circo y el chicuelo”? Desde que tengo uso de razón, el gobierno actúa “por furia” o caprichos cuando la agarra con algo, o a lo buen cubano, 60 años “dando bandazos”. Crear cadenas de tiendas para la venta de equipos electrodomésticos, en tiempo de apagones, es como cuando Chaplin en plena crisis económica consiguió el empleo de cristalero, y como todas las casas tenían cristales, mandaba al niño romperlos a pedradas y luego como si nada, pasaba él cargado de vidrio en el momento oportuno para vender su mercancía. Algo parecido hace el oportunista gobierno cubano, te vende el equipo electrodoméstico, intensifica los apagones, para quemar los equipos y así obligar la empobrecida población a comprar uno nuevo. ¡Táctica coyuntural!

Modus operandi de los vagos del mundo.

Los comunistas además de la vagancia tienen algo más en común, luego de criticar la pomposa vida aristocrática o alta burguesía, en contraposición “coinciden” con mujeres ricas para casarse, tal fue el caso de Carlos Marx, cuando escogió el amor de su vida, la Baronesa Johanna Bertha Julie "Jenny" von Westphalen Salzwedel perteneciente a una prominente familia de la aristocracia prusiana. Fidel Castro, que llegó a tener el alias, de “mugroso”, según archivos de la policía de la época, contrajo nupcias con Mirta Díaz-Balart, hija del alcalde de Banes, y su hermano Raúl también lo hizo con Vilma Espín Guillot, miembro de una familia acomodada de Santiago de Cuba. ¿Y los pobres del mundo? Todos son una partida de descarados.