“Escocia es pueblo de los de mi molde” (1), así expresó nuestro José Martí que también fue masón (2). Este escudo de la cubanísima villa de Trinidad reafirma nuestro planteamiento, que el origen del escudo primario y la bandera, se vinculan al Reino Unido, y a la Independencia de los Estados Unidos de América. Estos dos escudos desvanecen cualquier duda en nuestra línea investigativa, y sobre el primero se expresó el historiador cubano Gerardo Castellanos, “carece de autenticidad española” (3). ¡Claro que carece!, porque “fueron masones los principales paladines de la década gloriosa del 68 y los valientes legionarios del 95” (4), y muchos de ellos refugiados en el gran país del norte, donde desarrollaron la base de la identidad cubana y los fundamentos de nuestra independencia. Escudriñar a través de la vía hispánica ha llevado a equívocos, y confusiones en un velo de misterio, ignorancia crasa de muchos historiadores. Muy poco sabemos de estos escudos, pero sus elementos se explican por sí solos. A partir de la introducción en Cuba del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la masonería, en 1818 por el coronel francés al servicio de España Luis de Clouet, fundador de la villa de Jagua, actual Cienfuegos (5), creemos cierta conexión con los escudos, porque, “se afirma que una de las figuras más sobresalientes del “escocismo”, Claudio Antonio Thory, se dedicó a precisar en este rito masónico un espíritu más acorde con los postulados de las ciencias de aquella época y con una proyección progresista vinculada a los principios de la Declaración de Independencia de Estados Unidos y a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución francesa, con lo cual se reafirmó el sello republicano que expresan los contenidos del rito” (6). El Grado de Segunda Clase de este rito incluye al Prevoste o Maestro Irlandés, y en la sexta clase, al Gran Pontífice o Sublime Escocés, titulado de la Jerusalén celestial, al Gran Escocés de San Andrés de Escocia, Patriarca de las Cruzadas, Caballero del Sol, que muestran evocaciones de dos nacionalidades celtas y de la unión sugerida por André-Michel Ramsey, de los masones originales con los Caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, que posteriormente se denominó Hospitalaria y finalmente Caballeros de Malta (7). Las raíces de los colores y símbolos de nuestra bandera y escudo quedan confirmadas en estos escudos de la villa de Trinidad, Cuba.
Bibliografía.
(1), (3), (5), (6) y (7). - Conferencia de Rafael Fernández Moya, investigador de la presencia irlandesa en Cuba, sobre “La diáspora irlandesa y su presencia en la historia de la masonería en Cuba”. El 24 de noviembre del 2019, en el Templo Gótico de la Gran Logia de Cuba.
2 y 4.- Carrancá Trujillo, Camilo. Martí en la masonería. Habana. 1946.