Respuesta a Emir en Facebook

Buenos días Emir, no sé si al llamarte señor te ofendo. Amigo, que yo recuerde no lo somos, la que se usa en Cuba con el tiempo la he olvidado, aquí no se usa, entonces permíteme, llamarte usuario o comensal de Facebook, como ves me resulta difícil saludarte y creo que vamos a concordar en llamarte Emir a secas. Comienzo así porque no había avanzado en tu escrito y enseguida me vino a la mente la imagen del vaquero que llega a la taberna del viejo oeste y abre los batientes “a vuelo de pájaro” y sin saludar, entra como Pedro por su casa, o perro por su casa, discúlpame a la edad que tengo todavía no he sabido exactamente cual de los dos término usar, y te juro Emir que enseguida el olor a lodo de las botas del vaquero después de cruzar las noventa millas, hirió mi olfato. Hace poco un ilustrado anticomunista con el cual me gusta discrepar, porque además se puede, me señaló que las fuentes que yo utilizaba eran marxistas, más o menos así, y ahora viene Emir y me cuestiona las fuentes, ya de entrada asegurando que las suyas son respetables. Si según tú, no sabes las fuentes que uso, dudo que tampoco sepas si son más respetables que las tuyas y pudiera ser, cabe esa posibilidad. En Cuba, según mi criterio, porque además de fuentes, tengo criterio como tú, han habido varias dictaduras a mi consideración, aclaro, hay tres que son las más fuertes, dos de ellas las mencionaste en tu escrito la de Machado y Batista, te faltó una a la que llamas “gobierno que tergiversó demasiado la historia” y es ese mi propósito, trasparentar dentro de mis posibilidades y conocimientos “esa historia”, contéstame si lo deseas por supuesto, ¿con cuál de las tres simpatizas?, para saber que no estoy perdiendo mi tiempo.

El Rectorado y la escalinata de la Universidad de la Habana.

Marina van der Ree, saludos. No me había dado cuenta de esa observación sobre la heroicidad de Gerardo Machado, mi intención era, y sigue siendo, mostrar la verdad histórica, retorcida por la prensa castrista, pero viéndolo desde el punto de vista tuyo, lo declaro mi héroe mambí dentro de la historia cubana y subrayo, no fui yo quien le dio el grado de General en la manigua. Los marxistas, con toda la intención y mala leche, en sus escritos, suprimieron el adjetivo mambí (al igual que tú, sólo que eres anticomunista), dejándolo con el sustantivo de General, junto al de dictador para demonizarlo. ¡Claro que el garrote vil es horrendo, al igual la guillotina, la cala y otros suplicios! La inquisición católica fue perversa al quemar vivos en la hoguera, a los judíos y a todo aquel que rehusara convertirse a la Fe, quedó como uno de los actos más crueles y bárbaros de la humanidad. ¿Acaso los católicos dejaron de serlo ante tan tamaña crueldad? Hoy hay miles y miles de curas pedófilos amparados por el Vaticano, ¿los católicos han dejado de adorar al Papa Francisco? En la era moderna hay diferencias entre dictaduras, la del general mambí ejecutó in situ, a los ladrones de alto vuelo, a los matones que pululaban los campos y ciudades de Cuba, sin embargo a mi parecer, fue benévolo con aquellos de diferente ideología, a pesar de ser pandilleros, camorristas, terroristas, etc. Un ejemplo, “un mártir que quería ser mártir”, Rafael Trejo donde el portal oficialista cubano EcuRed, utiliza medio centenar de adjetivos para santificarlo, cito: “en un arranque corajudo se enredó cuerpo a cuerpo con un policía. Díaz Baldoquín acudió en su ayuda tratando de arrebatarle el arma al verdugo (ellos son los buenos). Sonó una descarga y Felo se derrumbó chorreando sangre sobre el pavimento regado de casquillos y manifiestos”. Por menos que eso, el que se atreva a hacerlo en la dictadura castrista, le dan paredón como a los miles que fusilaron en juicios sumarísimos y televisados a lo largo de estos sesenta años. No por delincuentes, el sistema en sí es una máquina choricera creándolos, sino por sus ideas contrarias al régimen. Grande la diferencia, ¿verdad? Y entrando en tema, hay un dicho que reza “nadie sabe para quien trabaja”, se ajusta mucho a la obra desarrollada por el gobierno del general mambí Gerardo Machado, al construir el Rectorado y la escalinata de la Universidad de La Habana. Ni por su mente pasó que ratas intelectuales, Mella, Roa, Marinello, Rodríguez, Guiteras, Baliño, Villena, etc, (arriba de la secuencia de fotografías) la bajarían para combatir su gobierno, y más tarde celebraran su caída, vandalizando las propiedades privadas, lo único, que de verdad sabían hacer. Y esa escalinata se convertiría en “símbolo de rebeldía” de grupos pandilleros. ¡Pa’ su madre!

La Carretera Central de Cuba.

Mientras los pandilleros, terroristas, “intelectuales comunistas”, Raúl Roa, Juan Marinello, Carlos Rafael Rodríguez, Antonio Guiteras, Rubén Martínez Villena y Pablo de la Torriente Brau, acosaban al gobierno legítimo del General mambí Gerardo Machado, éste se enfrascaba en la construcción de una de las maravillas de la ingeniería Civil, la Carretera Central de Cuba, que parte del punto cero, indicado por el diamante verdadero situado en el Capitolio y robado durante el gobierno de Fidel Castro, ramificándose hacia el occidente y hacia el oriente, o sea, desde Pinar del Río hasta Santiago de Cuba, con una longitud de 1,139 Km. Su ejecución empezó el 20 de mayo de 1927, Día de la Independencia de Cuba y terminó el 24 de febrero de 1931, en tiempo récord, a pesar del país estar envuelto en la mayor crisis económica mundial de 1929.

Nota: Fotos y pies de firma, el Veraz de Puerto Rico, y otras archivo del autor.

El Paseo del Prado, lo reconstruyó el General mambí Gerardo Machado.

Sí observan la fotografía de 1900 y la comparan, con el ya remodelado Prado durante el gobierno del General mambí Gerardo Machado, notarán la impresionante modificación que sufrió el Paseo. “Su elevación del piso, el arbolado, el diseño y todo su mobiliario urbano, en el que tuvieron mucho que ver los diseños de Raúl Otero, quien dijo fueron realizados en “... estilo Mambí”, los cuales cambiaron radicalmente el proyecto original de Forestier, realizado en estilo Art Déco” (1). Quiero agregar un párrafo tal como está escrito en Wikipedia, con relación al paseo habanero. “Después de la Revolución cubana, el paseo fue habitado por familias de clase media y de pocos recursos, por lo que perdió muchas de sus virtudes, como centro de la ciudad. Esta situación cambió radicalmente, luego de la apertura cubana de los años 1990 y la declaración de la zona antigua de la capital cubana como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con el reposicionamiento de hoteles, restaurantes y bares que han hecho renacer esta antigua avenida”.​

Cualquier extranjero al leer tal barrabasada, se preguntará, ¿de qué se quejan esta gente? Y yo me pregunto ¿Hasta dónde llega el cinismo de este Gobierno? Ese es el legado de la intelectualidad comunista que aparece en la secuencia de arriba. ¡Pa’su madre!

(1) Fuente y pie de página en las fotos, El Veraz de Puerto Rico.

La hambruna del machadato.

Crecí escuchando, historias sobre la “hambruna” del machadato, incluso por boca de mi padre que fue miembro de la Policía de Batista. Esa “hambruna” se limitaba a la escasez de alimentos de la canasta familiar y se resumía al boniato (camote), o cualquier otro trozo de vianda que apareciera, al que bajaban con café, o un vaso de agua con azúcar y de ser así, por lo menos se alimentaban mejor que en la Cuba actual. Recordemos que la hambruna machadista, duró sólo desde el año 1929 hasta 1933, en que el General mambí abandonó el poder, presionado por los “sabiondos” e “intelectuales” comunistas (algunos de los que están arriba de la secuencia) que por arte de magia resolverían tal situación. Esa carencia, no fue culpa de Machado, ni era solamente en Cuba, fue producto de la peor crisis económica de la historia, ocurrida en el año de 1929. En ese período machadista, “el historiador británico Robert Conquest estimó en su libro The Harvest of Sorrow: Soviet collectivization and the terror-famine (La cosecha del dolor: La colectivización soviética y la hambruna de terror) que por lo menos unos once millones de campesinos habían muerto en el período 1932-33 (siete millones de ellos en Ucrania, dos millones en la región norte de la Transcaucasia y dos millones en otros territorios). Para el período extendido 1930-37, este autor estimó el número de campesinos muertos en once millones, con la muerte de otros tres millones y medio adicionales, en campos de trabajos forzados, después del último año citado. En otras palabras, habría implicado un total de catorce millones y medio de fallecidos (seis millones y medio debido a la deskulakización, un millón por la catástrofe demográfica kazaja y siete millones durante la hambruna de 1932-1933)” (1). ¿Acaso lo sabían los “superdotados” comunistas cubanos, el Carlos Rafael Rodríguez, el Raúl Roa, Juan Marinello, Rubén Martínez Villena, Pablo de la Torriente Brau, con su infame libro Tierra o sangre, cuando el horror comunista se multiplicaba  exponencialmente en la URSS?, por lo menos Mella había muerto. Son tan alarmantes las cifras, que resulta difícil creerlo, murió más gente que la población cubana, aquel que tenga dudas, por favor, coloque la palabra Holodomor, en la barra de Google y se convenza por sí mismo.

Fuente:

(1) Wikipedia. Fotos y pie de página de El Veraz de Puerto Rico.

Nota: Las fotografías pertenecen a los documentos desclasificados por el actual gobierno de Rusia.