Víctor Mesa le robó el “Home” al exilio de Miami.

La sabandija beisbolera Víctor Mesa Martínez, con la misma habilidad que tenía para robarse el “Home” en cualquier juego de pelota en Cuba, le robó el “Home” al exilio cubano de Miami. Y es que este camaleón, típico ejemplo de como vivir con la mente en el comunismo y la barriga en el capitalismo, hoy es uno de los “millonarios” que engrosa el restringido círculo de la burguesía Castro-comunista. Cada vez que escuchen a cualquier intelectual, o deportista pidiendo que se olvide el pasado, les recuerdo que estamos en presencia de un connotado agente del G-2 cubano, o un militante comunista al estilo de Víctor Mesa. La misma capacidad del talento que lo engrandece, es el mismo volumen de su desvergüenza. Cada vez que veo la sonrisa en el rostro cínico de este ex pelotero, me recuerda a los tantos deportistas tan talentosos como él, que no corrieron con igual suerte, me vienen a la mente el Pedro José Rodríguez, Albertico Martínez, Rey Vicente Anglada, etc, y toda la pléyade de boxeadores olímpicos y mundiales que se revuelcan en la cochiquera heredada del socialismo. Es indignante ver como las cadenas de radio y televisión, incluida Tv Martí, tienen que hacer “filas” o colas, para entrevistar al camaleón comunista de Víctor Mesa cuando viene a Miami, y aún más indignante ver a los comentaristas y periodistas “gusanos” con una sonrisa de oreja a oreja, locos por tener no sólo la primicia sino un recuerdo con la sabandija comunista. Alivio mis penas, al ver que aún contamos con un “Duque” Hernández, un Liván Hernández, un René Arocha, tan grandes como la sabandija, pero con mayor dignidad y vergüenza como ser humano.

La masacre en la loma del Marión.

Las fotos corresponden a Media Luna, mi adorado pueblo, el cadáver a mi querido tío, el sargento Hatuey Basterrechea Escalona, y el asesinato al 8 de noviembre de 1957, en la loma del Marión, perteneciente al Municipio de Pilón, provincia Granma, Cuba. La guardia de honor la hicieron los “casquitos”, militares del Ejército de Batista. “Era un asesino” dijo Celia Sánchez, medio emparentada con mi tío, yo lo leí en el periódico Juventud Rebelde, que un hijo de Hatuey (mi primo), le enseñó a mi papá. Mi padre lo vio y lanzó el periódico a un rincón del piso y sólo dijo “están en el poder”. Indagué con mi padre a medida que crecía y lo único que logré sacarle, “Celia y toda la partida de HP, le debían la vida”. En aquel entonces me mostró una foto y dijo. “Tu crees que si fuera un asesino, los medialuneros hubieran ido a su entierro. Todo es mentira”, concluyó. Hoy cuando leo sobre la loma del Marión (ahora escriben Mareón), en la misma fuente castrista, además del nombre del lugar, hay disparates, en el grado militar de mi tío y la cantidad de hombres que lo acompañaban, ni eso saben investigar y escribir. Y la única masacre que hubo, la que le hicieron al sargento y a dos soldados que lo acompañaban donde sus cuerpos parecían un colador. Lo demás, otro de los tantos cuentos de la dictadura castrista.

Fuente: EcuRed portal oficial de la dictadura castrista.

Vídeo sobre los fusilamientos en Cuba

Vean este vídeo sobre los fusilamientos en Cuba, donde el Che, expresaba lo que nunca dijo al pueblo cubano. Ya la versión para el pueblo cubano sin internet, era otra. Siempre el doble discurso, uno para el mundo y otro para el consumo nacional.

“Nosotros teníamos que decir aquí (En las Naciones Unidas) lo que era una verdad conocida y la hemos expresado siempre ante el mundo. Fusilamientos, sí. Hemos fusilados. Fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario”. Asesino.

Los rebeldes Mau Mau, de la Sierra Maestra.

A los malhechores en la Sierra Maestra que seguían al pandillero Fidel Castro, el pueblo de Cuba los conocía por Mau Mau, que para ese entonces era un grupo rebelde sublevado en Kenia, donde secuestraron hoy en día a dos médicos cubanos. Ya hablamos sobre las atrocidades y el terrorismo que sembró el Movimiento 26 de julio en las ciudades cubanas. ¡Sólo en La Habana, cien bombas en una noche! ¿Por qué no creer lo que tanto trabajo nos cuesta en aceptar? Una fuente me contó y pidió que escribiera sobre la barbarie de los Mau Mau. Ya había leído que Crescencio Pérez, quien salvó la vida de los sobrevivientes del Granma, se escondía en la Sierra Maestra prófugo de la justicia, acusado de asesinato y hacía tiempo era el dueño del monopolio de la producción y venta de marihuana (1). Cuando los campesinos no querían colaborar con los Mau Mau, Fidel disponía de una compañía que se vestía de casquitos (soldados batistianos) y atacaba a los guajiros, raptándolos, violando a sus mujeres e hijas, decomisando sus animales domésticos y apoderándose de cualquier medio de transporte, pero al oscurecer o amanecer, aparecían “los rebeldes salvadores” y a fuego de salva “liberaban” a los campesinos, de los “violadores y asesinos casquitos”. Así los Mau Mau sembraron el terror y el odio hacia el ejercito de Batista, a lo largo de la Sierra Maestra. Y a aquellos guajiros recalcitrantes que no querían cooperar, simplemente los fusilaban, como fue el caso de Eutimio Guerra, muerto por el Che Guevara. En la foto marcada con el No. 2, “La Prensa Asociada recogió, uno de los crímenes más monstruosos del fidelismo triunfante. Setenta y un cubanos anticomunistas, "juzgados" en secreto, sin abogados que los defendieran y sin apenas conocer los cargos que se les formulaban como pretexto, fueron llevados ante una enorme fosa abierta a toda prisa con bulldozers cerca de la ciudad de Santiago de Cuba. Allí fueron cayendo uno tras otro bajo el plomo que brotaba de la metralleta que esgrimía, lleno de odio y sediento de sangre, el deshumanizado Raúl Castro. Sucedió exactamente el lunes 5 de enero de 1959. Pocas veces holló la tierra un monstruo mayor. Pero ¿fueron realmente 71 las víctimas de aquella matanza? Un "capitán" rebelde que presenció el horrendo crimen aseguró, tiempo después, que pasaron del centenar, como exceden de varias centenas los campesinos asesinados que yacen en ignoradas sepulturas en la Sierra Maestra, muda testigo de las fechorías del "Movimiento 26 de Julio", disfraz bajo el cual se ocultaba el comunismo brutal”. (2) ¿Por qué creer en lo que dicen ellos y no en lo que dicen los demás?

(1) Una de las historias más ocultas de la dictadura. Cubanet. Portal de la Internet.

(2) Paradojas de Fulgencio Batista. Ediciones Botas-México. Pág. 39